miércoles, 11 de enero de 2012

¿Por qué las consolas son tan baratas?


Unos 300 trabajadores chinos amenazaron con suicidarse

Ensamblaban consolas de videojuegos, pero ante el reclamo de suba de salarios, la empresa Foxconn los echó y no los indeminzó; en 2010 murieron allí 14 empleados



Unos 300 trabajadores de una fábrica de tecnología china, donde se ensamblan dispositivos de marcas como Microsoft, Apple y Sony, se manifestaron en el techo de la empresa donde trabajan y amenazaron con realizar un suicidio en masa si no se resuelve una disputa sobre el pago de sus salarios, según informó The Huffington Post .
Los trabajadores forman parte de las plantas ubicadas en el parque tecnológico de Foxconn Technology en Wuhan en la provincia de Hubei, en China, que actualmente ensambla la consola Xbox 360. La compañía ya ha protagonizado anteriormente incidentes similares, llegando a registrar suicidios de empleados por sus condiciones de trabajo.
De acuerdo con lo publicado, los empleados habían pedido a la compañía un aumento en sus salarios y ésta les había indicado que si no estaban satisfechos con su remuneración que abandonaran la empresa a cambio de una indemnización o continuaran trabajando en las mismas condiciones.
La mayoría de los trabajadores decidieron entonces renunciar a su empleo, pero la empresa no les entregó las indemnizaciones prometidas. Entonces iniciaron su acción de protesta, de la que fueron disuadidos por el alcalde de la localidad.
Las fábricas de Foxconn en China han sido escenario de varios suicidios de trabajadores en el pasado, incluyendo 14 empleados en 2010 en su planta de Shenzhen, por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo. El propio Steve Jobs tuvo que hacer referencia a estas muertes, considerando "preocupante" la cadena de suicidios, pero aseguró que en la fábrica donde se ensamblan iPhones e iPads no había "explotación".

viernes, 6 de enero de 2012

Marco legal: 5 propuestas para 2012


Las cinco leyes que espera la comunidad informática argentina en 2012

Por Fernando Tomeo  | Para LA NACION



En el año 2011 la República Argentina fue testigo de distintos casos, hechos y situaciones que se han manifestado en la sociedad de la información local y que reclaman soluciones legislativas concretas ante un derecho que llega tarde.


Las razones para legislar son muy sencillas: (1) Necesitamos proteger a nuestros hijos y a los adolescentes en particular con normas claras en materia penal y civil y (2) dar señales y soluciones sensatas a los actores del negocio de la red, en todas sus variantes, que mueve millones de dólares diarios y contrata miles de puestos de trabajo en nuestro país.
A continuación las 5 leyes que espera la comunidad informática argentina en 2012:
1.- El Senado de la Nación aprobó el 2 de noviembre de 2011 un proyecto de ley que incorpora al Código Penal el delito de "grooming" que consiste en la utilización de medios informáticos para tomar contacto con un menor de edad, creando un ámbito de confianza, que tiene por objeto alguna acción de pedofilia (como un abuso sexual o la violación).
La senadora Sonia Escudero presentó el dictamen en su calidad de presidenta de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales. El proyecto aprobado tiene como antecedentes los proyectos presentados por la senadora del Frente para la Victoria (FPV) María José Bongiorno y los senadores María Higonet y Carlos Verna.
Los expertos convocados al debate (el que escribe este artículo; el fiscal general Dr. Ricardo Saenz y el Dr. Daniel Monastersky, abogado especialista en nuevas tecnologías) coincidimos en la necesidad de actualizar en forma integral la última reforma del Código Penal con una descripción de casos concretos de grooming y otras situaciones vinculadas tanto a nivel nacional como internacional.
En conclusión se espera que la Cámara de Diputados convierta en ley el proyecto en cuestión y que se debatan en forma integral otros delitos informáticos no incorporados al Código Penal como el sexting o figuras similares que ponen en juego la integridad sexual y psicológica de los menores.
2.- La usurpación de identidad on line es moneda corriente. La creación de perfiles falsos en Facebook u otras redes sociales para ejecutar acciones de defraudación bancaria o pedofilia se replica en Internet. Muchos "famosos" como Luciana Lopilato o Marcelo Tinelli en Argentina o George Clooney y Lady Gaga en los EE.UU. son usurpados en su identidad digital para cometer delitos.
Es necesario poner coto a este tipo de acciones que ponen en peligro el patrimonio individual y la integridad de los menores con una adecuada legislación a medida.
3.- El ciberacoso escolar o ciberbullyng es otra problemática que se expande en la Argentina como reguero de pólvora y requiere de una modificación legal. Recientemente Chile ha incorporado esta figura a su ley de educación superior y otros países de la región lo están debatiendo. Estados Unidos y Europa han superado la cuestión en materia legislativa. Nuestro país necesita su debate y prevención legal.
4.- Los Proveedores de Servicios de Internet (ISP) y en especial los buscadores de Internet y las redes sociales requieren de soluciones concretas y señales claras, con tratamiento legislativo.
Por ejemplo Facebook (radicado en Argentina en octubre de 2011) tiene más de 850 millones de habitantes (usuarios) y se consolida como el tercer país del mundo luego de China y la India. Su valuación patrimonial es incalculable y ha prometido que en el 2012 saldrá a cotizar en el Nasdaq.
La privacidad a través de esta red social tiene sus cuestionamientos como el uso indebido de imágenes personales o los "etiquetamientos" y el concepto de intimidad digital está en crisis. Los casos de Juana Viale, Silvina Luna y Silvina Escudero, que se exteriorizaron en el 2011, dan cuenta de ello. Pero las normas siguen siendo las mismas.


Nuestro país espera respuestas legales que eviten recargar a nuestros tribunales con expedientes que guardan idéntica línea de discusión.
5.- Los derechos de autor en Internet están en plena crisis. Los casos "Cuevana y Taringa" que explotaron en la comunidad de la propiedad intelectual local dan cuenta de ello. Pero el fenómeno es global. La cuestionada ley SINDE en España y los proyectos de ley SOPA (Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect IP Act) que se debaten en los Estados Unidos generan ardientes disputas entre los defensores de la libertad de expresión e intercambio de contenidos on line y aquellos que defienden los derechos de autor. Nuestra ley de propiedad intelectual data del año 1933 y requiere ajustes y actualizaciones. El Congreso Nacional también deberá tomar cartas en el asunto.
Estas dos últimas problemáticas están directamente vinculadas a una (no menos importante) que se conoce como "neutralidad en Internet" que como principio propone dar a todos los datos que circulan por la Red un tratamiento igual, independientemente de su contenido u origen, garantizando a los consumidores-usuarios el ejercicio de su derecho de libre acceso a la información y a los diversos servicios que ofrece la industria de la web y de las telecomunicaciones.
La neutralidad pretende evitar que se distorsionen las condiciones de acceso a la información; asegura que los usuarios puedan acceder de igual manera a cualquier contenido desde cualquier dispositivo o aplicativo sin privilegiar a un tipo de dato o contenido sobre otro y garantiza que todos los sitios web tienen los mismos derechos y merecen acceder al mismo ancho de banda por parte de los ISP.
Este tema es crítico porque conlleva el debate sobre el "control del tráfico de información en Internet" que se ha consolidado como el vehículo de comunicación por excelencia.
Y como todos sabemos, en la actualidad, la información almacenada en un servidor local o vía cloud computing (concepto que merece especial atención también) es un bien preciado como el mismísimo oro.

Nada de lo que era será igual y el fenómeno social avanza como un correcaminos ante un derecho que nunca lo alcanza.
Nuestra legislación deberá adecuarse con paso sensato, serio y técnico porque están en juego bienes jurídicos de neto corte social como la salud e integridad de niños y adolescentes e intereses de una industria que, en sus distintas variantes, impacta con decisión en la vida de los ciudadanos y consumidores en particular.
Esperemos que estos temas integren la abultada agenda legislativa para un 2012 que promete muchas sorpresas en el maravilloso mundo de la sociedad de la información.

jueves, 5 de enero de 2012

Redes sociales: ¿De quién es tu Twitter?

¿Quién es el dueño de una cuenta de Twitter?


Noah Writz trabajó en Phonedog , una compañía de comercio electrónico que vende celulares, por cuatro años hasta que renunció en octubre de 2010. Mientras trabajaba allí Writz creó una cuenta de twitter @phonedog_noah . El problema fue cuando renunció. De acuerdo a Writz, el y Phonedog acordaron, de palabra, que Writz podría seguir usando esa cuenta de Twitter siempre que, de vez en cuando,  ”tuitiara” a favor de la empresa.  Phonedog, por su lado, acababa de demandarlo  y exige daños de U$S2,50 por mes y por cada seguidor del Sr. Writz, lo que totaliza la suma de U$S340.000 (la cuenta tenía unos 17.000 seguidores). Para la empresa, el Sr. Writz se apropió de información confidencial, de un listado de clientes (los seguidores de la cuenta) y violó sus derechos marcarios y de propiedad intelectual. Hoy la cuenta @phonedog_noah  está cerrada y el Sr. Writz “tuitea” desde @noahkravitz , a donde transfirió los 17.000 seguidores de la primera cuenta. Lo curioso es que al Sr. Writz hoy no lo siguen 17.000 usuarios sino 24.000, seguramente debido a la atención mediática que recibió el juicio.
Pero este no es el único caso.  También en EEUU, un joven, menor de edad, llamado Adorian Deck creó hace un tiempo una cuenta de Twitter  @OMGFacts , dedicada a la divulgación de información de famosos y otros datos de la cultura popular. La cuenta se hizo tan popular que Adorian fue contactado por una firma, Sparks Inc, con la que firmó un contrato para la explotación de esa cuenta de Twitter, y de un canal de Youtube. Por medio de este acuerdo (que puede leerse aquí ), Adorian cedió todos sus derechos de propiedad intelectual existentes al momento del acuerdo y futuros a cambio de un porcentaje de los ingresos de la explotación del canal de Youtube, más adicionales no monetarios. Adorian dice haber ganado solo 100 dólares gracias a este acuerdo. La cuenta de Twitter tiene hoy más de tres millones de seguidores. Su madre -el era menor- inició una demanda  contra Spark, para rescindir el contrato y reclamar los daños y perjuicios.


El valor de las redes sociales

Tener seguidores, en cualquier red social, puede ser un muy buen negocio. Por ejemplo, Juan Pablo Varsky factura alrededor de $50.000 mensuales  a través de su cuenta @VarskySports , que tiene más de 150.000 seguidores. Y hoy ya es común en Argentina que las empresas busquen “tuiteros” influyentes para ayudarles a promocionar sus productos y servicios. Es claro que la cuenta de una persona como Jorge Rial , que tiene casi 1.2 millones de seguidores, tiene un alto valor económico. La pregunta es ¿Quién es el dueño de una cuenta de Twitter y de sus seguidores? Esto es ¿La cuenta y los seguidores son de la empresa o del tercero, empleado o no, contratado para “tuitear?  No es un tema menor, por ejemplo, en Inglaterra la periodista de la BBC, Laura Kuenssberg (tuiteaba desde la cuenta @BBCLauraK) se mudó  a ITV News y se llevó también su cuenta que pasó a llamarse @ITVLauraK . Con ella se fueron casi 60.000 seguidores.
De todos modos, la pregunta de quien es el dueño de una cuenta de Twitter y de sus seguidores no tiene una respuesta fácil en Argentina. En los dos casos citados al comienzo, los abogados quisieron encuadrar la cuestión en un reclamo por infracción de la ley de propiedad intelectual  y del deber de confidencialidad . Me parece que ninguna de las dos leyes que versan sobre estos temas en Argentina, aplican a una disputa por un listado de seguidores. No aplica la ley de propiedad intelectual, porque un listado de seguidores carece de originalidad. Pero tampoco aplica el deber de confidencialidad porque los listados de seguidores son información pública, a la que cualquiera puede acceder. En el caso del nombre de la cuenta en sí, puede aplicar, a favor del “tuitero”, la ley del nombre  si la cuenta está identificada con su nombre y, a favor de la empresa, la ley de marcas , si la cuenta utiliza alguna de su propiedad.


Recomendaciones

Por supuesto, la solución está en un contrato. Si dos o más personas se asocian para explotar una cuenta de Twitter o una contrata a otra para ello (aunque sea solo parte de sus labores), tiene que haber un contrato que dilucide quien es el dueño de la cuenta, su clave y sus seguidores. Lo de la clave viene  a cuento porque si por contrato se acordó que está fuera calificada de información confidencial puede que si aplique la ley que regula está materia (N° 24.766).
Imagino que el contrato de una empresa que contrata a alguien para “tuitiar” debería 1) Aclarar que el nombre, la clave y el listado de seguidores pertenecen a  la empresa 2) Que la empresa tendrá siempre acceso a la clave y que está no podrá ser usada o divulgada sin autorización de la empresa 3) Que en caso de resolución del contrato, cualquiera sea la causa, el empleado dejará de tuitear y se abstendrá de usar la cuenta de cualquier manera.
El empleado, o contratado, generalmente tiene una posición más débil pero debería negociar, por lo menos, que en caso de resolución la empresa deje de asociar su nombre a la cuenta. De hecho, una empresa bien haría en prever ella misma esto en el contrato para evitar conflictos. Tampoco usaría solo el nombre del empleado o contratado (es común en Twitter usar una combinación del nombre del “tuitero” y de la empresa en estos casos).

lunes, 2 de enero de 2012

Costos: 2.5 USD por mes


Y el pobre no se robó nada...



Esto sí que es nuevo. Noah Kravitz renunció a su puesto en una empresa de Internet llamada PhoneDog (www.phonedog.com) hace ocho meses. En sus cuatro años allí, acumuló en su cuenta de Twitter 17.000 seguidores, o followers. Al irse de la compañía, Kravitz cambió su identificación de @PhonedogNoah a @NoahKravitz. Lo que uno no podría imaginarse es que su anterior empleador lo demandará ahora en 340.000 dólares, argumentando que se había robado aquellos 17.000 seguidores, a los que valuó a razón de 2,50 dólares por cabeza y por mes. Multiplicado todo eso por los ocho meses que Kravitz lleva fuera de PhoneDog, la demanda trepa a las cinco escalofriantes cifras mencionadas, monto que el abogado del ex empleado desacredita por completo, sobre la base de que un follower no vale 2,50 dólares por mes. Pero el punto no es ése. La pregunta es ¿de quién son los contactos cosechados en una red social? ¿De la empresa, del empleado o de ambos? De todos modos, el dilema judicial en el que quedó inmerso no frenó a Kravitz que hoy ya tiene más de 24.000 seguidores en esta red social cada vez más estratégica.

Mercados IT: La importancia de Twitter en las organizaciones


Why Twitter matters for media organisations | Alan Rusbridger

In an extract from his Andrew Olle lecture, the Guardian editor-in-chief sets out 15 things Twitter does effectively





I've lost count of the times people – including a surprising number of colleagues in media companies – roll their eyes at the mention of Twitter. "No time for it," they say. "Inane stuff about what twits are having for breakfast. Nothing to do with the news business."
Well, yes and no. Inanity – yes, sure, plenty of it. But saying that Twitter has got nothing to do with the news business is about as misguided as you could be.
Here, off the top of my head, are 15 things, which Twitter does rather effectively and which should be of the deepest interest to anyone involved in the media at any level.

1) It's an amazing form of distribution

It's a highly effective way of spreading ideas, information and content. Don't be distracted by the 140-character limit. A lot of the best tweets are links. It's instantaneous. Its reach can be immensely far and wide.
Why does this matter? Because we do distribution too. We're now competing with a medium that can do many things incomparably faster than we can. It's back to the battle between scribes and movable type. That matters in journalistic terms. And, if you're trying to charge for content, it matters in business terms. The life expectancy of much exclusive information can now be measured in minutes, if not in seconds. That has profound implications for our economic model, never mind the journalism.

2) It's where things happen first

Not all things. News organisations still break lots of news. But, increasingly, news happens first on Twitter. If you're a regular Twitter user, even if you're in the news business and have access to wires, the chances are that you'll check out many rumours of breaking news on Twitter first. There are millions of human monitors out there who will pick up on the smallest things and who have the same instincts as the agencies — to be the first with the news. As more people join, the better it will get.

3) As a search engine, it rivals Google

Many people still don't quite understand that Twitter is, in some respects, better than Google in finding stuff out. Google is limited to using algorithms to ferret out information in the unlikeliest hidden corners of the web. Twitter goes one stage further – harnessing the mass capabilities of human intelligence to the power of millions in order to find information that is new, valuable, relevant or entertaining.

4) It's a formidable aggregation tool

You set Twitter to search out information on any subject you want and it will often bring you the best information there is. It becomes your personalised news feed. If you are following the most interesting people they will in all likelihood bring you the most interesting information. In other words, it's not simply you searching. You can sit back and let other people you admire or respect go out searching and gathering for you. Again, no news organisation could possibly aim to match, or beat, the combined power of all those worker bees collecting information and disseminating it.

5) It's a great reporting tool

Many of the best reporters are now habitually using Twitter as an aid to find information. This can be simple requests for knowledge which other people already know, have to hand, or can easily find. The so-called wisdom of crowds comes into play: the 'they know more than we do' theory. Or you're simply in a hurry and know that someone out there will know the answer quickly. Or it can be reporters using Twitter to find witnesses to specific events – people who were in the right place at the right time, but would otherwise be hard to find.

6) It's a fantastic form of marketing

You've written your piece or blog. You may well have involved others in the researching of it. Now you can let them all know it's there, so that they come to your site. You alert your community of followers. In marketing speak, it drives traffic and it drives engagement. If they like what they read they'll tell others about it. If they really like it, it will, as they say, 'go viral'. I only have 18,500 followers. But if I get re-tweeted by one of our columnists, Charlie Brooker, I instantly reach a further 200,000. If Guardian Technology pick it up it goes to an audience of 1.6m. If Stephen Fry notices it, it's global.

7) It's a series of common conversations. Or it can be

As well as reading what you've written and spreading the word, people can respond. They can agree or disagree or denounce it. They can blog elsewhere and link to it. There's nothing worse than writing or broadcasting something to no reaction at all. With Twitter you get an instant reaction. It's not transmission, it's communication. It's the ability to share and discuss with scores, or hundreds, or thousands of people in real time. Twitter can be fragmented. It can be the opposite of fragmentation. It's a parallel universe of common conversations.

8) It's more diverse

Traditional media allowed a few voices in. Twitter allows anyone.

9) It changes the tone of writing

A good conversation involves listening as well as talking. You will want to listen as well as talk. You will want to engage and be entertaining. There is, obviously, more brevity on Twitter. There's more humour. More mixing of comment with fact. It's more personal. The elevated platform on which journalists sometimes liked to think they were sitting is kicked away on Twitter. Journalists are fast learners. They start writing differently.
Talking of which…

10) It's a level playing field

A recognised "name" may initially attract followers in reasonable numbers. But if they have nothing interesting to say they will talk into an empty room. The energy in Twitter gathers around people who can say things crisply and entertainingly, even though they may be "unknown." They may speak to a small audience, but if they say interesting things they may well be republished numerous times and the exponential pace of those re-transmissions can, in time, dwarf the audience of the so-called big names. Shock news: sometimes the people formerly known as readers can write snappier headlines and copy than we can.

11) It has different news values

People on Twitter quite often have an entirely different sense of what is and what isn't news. What seems obvious to journalists in terms of the choices we make is quite often markedly different from how others see it – both in terms of the things we choose to cover and the things we ignore. The power of tens of thousands of people articulating those different choices can wash back into newsrooms and affect what editors choose to cover. We can ignore that, of course. But should we?

12) It has a long attention span

The opposite is usually argued – that Twitter is simply a, instant, highly condensed stream of consciousness. The perfect medium for goldfish. But set your Tweetdeck to follow a particular keyword or issue or subject and you may well find that the attention span of Twitterers puts newspapers to shame. They will be ferreting out and aggregating information on the issues that concern them long after the caravan of professional journalists has moved on.

13) It creates communities

Or, rather communities form themselves around particular issues, people, events, artifacts, cultures, ideas, subjects or geographies. They may be temporary communities, or long-terms ones, strong ones or weak ones. But I think they are recognisably communities.

14) It changes notions of authority

Instead of waiting to receive the 'expert' opinions of others – mostly us, journalists — Twitter shifts the balance to so-called 'peer to peer' authority. It's not that Twitterers ignore what we say – on the contrary (see distribution and marketing, above) they are becoming our most effective transmitters and responders. But, equally, we kid ourselves if we think there isn't another force in play here – that a 21-year-old student is quite likely to be more drawn to the opinions and preferences of people who look and talk like her. Or a 31-year-old mother of young toddlers. Or a 41-year-old bloke passionate about politics and the rock music of his youth.

15) It is an agent of change

As this ability of people to combine around issues and to articulate them grows, so it will have increasing effect on people in authority. Companies are already learning to respect, even fear, the power of collaborative media. Increasingly, social media will challenge conventional politics and, for instance, the laws relating to expression and speech.
Now you could write a further list of things that are irritating about the way people use Twitter. It's not good at complexity – though it can link to complexity. It can be frustratingly reductive. It doesn't do what investigative reporters or war correspondents do. It doesn't, of itself, verify facts. It can be distracting, indiscriminate and overwhelming.
Moreover, I'm simply using Twitter as one example of the power of open, or social media. Twitter may go the way of other, now forgotten, flashes in the digital pan. The downside of Twitter also means that the full weight of the world's attention can fall on a single unstable piece of information. But we can be sure that the motivating idea behind these forms of open media isn't going away and that, if we are blind to their capabilities, we will be making a very serious mistake, both in terms of our journalism and the economics of our business.


The Guardian

jueves, 29 de diciembre de 2011

Fijación de precios: Diferenciación en restaurants


¿Por qué la cena es más cara que el almuerzo en los restaurantes?





Durante los mediodías abundan los carteles y volantes con precios promocionales para almorzar, y el ya tradicional menú ejecutivo. Sin embargo, resulta mucho más difícil encontrar valores equivalentes al momento de cenar. ¿Por qué ocurre esta situación?
Lo primero que se nos cruza por la cabeza es culpar a los costos . Por la noche hay gastos adicionales, como es el caso de la iluminación del local. Por otra parte, en algunos lugares, el tamaño de las porciones de los platos promocionados al mediodía, es inferior a sus equivalentes nocturnos.
Adicionalmente, a pesar de que el espacio físico no cambia, los restaurantes son más amplios al mediodía que a la noche, y ese detalle incide en los costos. ¿Cómo es esto? El tiempo de duración de las comidas es la razón. Los almuerzos suelen ser bastante rápidos, mientras que las cenas normalmente se extienden por más tiempo. Esto implica una mayor rotación de mesas al mediodía, y consecuentemente más capacidad disponible para recibir clientes que durante las noches. 
Si la concurrencia fuera similar en ambos horarios (esto depende mucho del restaurante analizado) habría mayores posibilidades de perder clientes por falta de lugar en las noches que en los mediodías. El dinero que el restaurante deja de ganar por aquellos clientes que deben marcharse por falta de lugar, representa un costo implícito, llamado costo de oportunidad. Este costo suele ser mayor durante los horarios nocturnos.
Si bien los factores anteriores son ciertos, la explicación resulta inconclusa y sumamente limitada sí nos enfocamos sólo en los costos. Cómo ocurre en prácticamente todos los sectores, los costos no permiten explicar en forma completa los precios. Son sólo una parte de la historia. Veamos entonces los factores restantes: competencia y clientes.
La competencia muestra una faceta más agresiva durante los mediodías, lo que hace difícil para los negocios gastronómicos pensar en sobrevivir sin ofrecer alternativas a precios promocionales. Existen múltiples opciones para almorzar fuera de casa, particularmente en el intervalo laboral. Por ejemplo una vianda casera, locales de comida rápida, delivery o hasta puestos callejeros. Esta situación ejerce presión extra sobre los precios diurnos de los bares y restaurantes.
En último término, no podemos olvidar un factor fundamental para explicar la diferencia de precios: los clientes y su percepción de valor. La valoración que los mismos realizan de un almuerzo, no es igual a la de una cena, aún cuando se tratara de platos exactamente iguales, servidos en el mismo lugar.
El almuerzo, especialmente en los días de semana, es una actividad rápida y rutinaria. A esto debe sumarse que por lo general se transforma en un gasto recurrente, para quienes tienen que comer fuera de casa por sus obligaciones laborales. Estas condiciones explican la razón por la que los clientes están mucho más atentos a los precios pagados en los almuerzos, y consecuentemente tienen una mayor "sensibilidad en su bolsillo".
En el caso de la cena, la situación es diferente. Por lo general se trata de una salida, que está asociada a una actividad placentera. Aquí desaparece la monotonía de lo rutinario. Además suele ser más extensa y relajada que un almuerzo. Las características anteriores hacen que la disposición a pagar de los clientes sea mayor que al mediodía, aún cuando se repitiera el menú y el lugar.

PRECIOS A LA CARTA

Los bares y restaurantes tomando nota de las características anteriores, segmentan precios, reservando las mayores ofertas para los mediodías. Algunos lugares implementan las diferencias de precios utilizando distintas cartas para el almuerzo y la cena. 
En otros casos, con honestidad brutal, conviven en la misma carta los diferentes precios. Suelen existir dos columnas con valores distintos para consumo diurno y nocturno. Esto puede observarse particularmente en el caso del café y otras bebidas. También aparecen los asteriscos o las notas al pie, para indicar qué menú sólo está disponible en horarios o días promocionales.
Cómo suele denominarse en la jerga de negocios, mientras que los almuerzos son un negocio de "rotación" (precios bajos y alta rotación de mesas), las cenas se asemejan más a un negocio de "margen" (precios altos y menor rotación de mesas).
Así las cosas, vemos que hay mucho más que una simple cuestión de costos detrás de los diferentes precios cobrados por bares y restaurantes.

La Nación

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