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miércoles, 10 de enero de 2018

Fintech: Start-ups argentinas intentan ingresar al mercado de pagos

Estas startups argentinas quieren quedarse con un negocio de US$ 210.000 M (¿Cómo?)

EL SEGMENTO DE PAGOS, DENTRO DEL ECOSISTEMA FINTECH LOCAL, ES UNO DE LOS MÁS DINÁMICOS.  ¿EL FOCO DE LOS JUGADORES ARGENTINOS? UNIFICAR LOS MEDIOS DE PAGO Y, A LA VEZ, LOGRAR UNA MAYOR ADOPCIÓN.

Por SEBASTIÁN DE TOMA  - InfoTechnology



Estas startups argentinas quieren quedarse con un negocio de US$ 210.000 M (¿cómo?)
La industria fintech relacionada con los pagos no deja de crecer y, hoy, el smartphone es la vedette que mueve a todo el segmento. Para muestra vale un botón: al finalizar 2017, según Techcrunch, US$ 60.000 millones en pagos habrán sido realizados a través de plataformas mobile; mientras, eMarketer estima que las transacciones realizadas vía smartphone o a través de una máquina automática dentro de un local llegarán a US$ 210.000 millones en 2019. Sin embargo, las fintech sectoriales no solo se reducen a pagos móviles: son un universo más grande que incluye todo pago realizado a través del comercio electrónico así como el envío de dinero punto a punto sin pasar por un banco y sin trámites extras.

El ejemplo más conocido de una empresa que engloba todo lo antedicho es PayPal, creada por —entre otros— Elon Musk y Peter Thiel, que gestiona pagos electrónicos y, además, incluye funcionalidades para transferir dinero sin nunca dejar la plataforma. Y la cantidad de usuarios mundiales no deja de crecer: para el tercer cuatrimestre de este año que termina se estima que llegará a las 218 millones de cuentas activas, de acuerdo a datos publicados por Statista. No sorprende, entonces, que el 34 por ciento de los retailers estadounidenses ya acepten PayPal como medio de pago y que un 21 por ciento extra piense hacerlo en los siguientes 12 meses. Otros jugadores importantes en el concierto fintech global de pagos son Square, fundada por Jack Dorsey —la cabeza detrás de Twitter— y Stripe, fondeada por inversores como Andreessen Horowitz y el ubicuo Thiel.

En América latina, MercadoPago, la pata financiera de la plataforma de e-Commerce argentina fundada por Marcos Galperin, no deja de crecer: en el tercer trimestre de este año el volumen total de pagos aumentó 73,5 por ciento hasta alcanzar los US$ 3.667,1 millones que corresponden a 62,3 millones de transacciones en la región. “El negocio de procesamiento de pagos de MercadoPago por fuera de MercadoLibre se destaca como una de las unidades de negocio con mayor crecimiento fuera del Marketplace”, informaron desde la compañía al momento de presentar los resultados. “En una base consolidada, el total de volumen de pagos excluyendo MercadoLibre creció 107,6 por ciento.”

El ecosistema local

En la Argentina, por fuera de los jugadores extranjeros como PayPal (que volvió este año a la Argentina de la mano del Banco Comafi y Nubi) y la multilatina MercadoPago, el 24 por ciento de las startups fintech corresponde al segmento que grosso modo puede denominarse como Pagos. Si bien desde lejos parecería que este sector no se ha modificado mucho respecto a 2016, la rotación parece ser un elemento clave: algunas empresas dejaron de funcionar para dar lugar a las recién llegadas. La regla ad hoc de los 42 meses se cumple a rajatabla: para sobrevivir una startup tiene que superar los tres años y medio de vida y pocas, cuando de pagos digitales se habla, llegan a soplar las velitas.

Sin embargo, el sector sigue siendo atractivo para los nuevos emprendedores. En esencia, el problema que vienen a resolver las fintech del segmento es meramente transaccional: cómo aplicar tecnología a los pagos. En los últimos años, la estrategia se reorientó. Con la llegada de los teléfonos móviles, todos los esfuerzos están puestos en generar Apps intuitivas para que la transferencia de dinero sea eficiente e indolora. Algo similar a lo que, en el mundo real, lograron Rapipago o PagoFácil: cobrar una comisión por recibir en una única “ventanilla” lo que antes requería varias. Por eso, también acá compiten los bancos que, con sus soluciones digitales, pretenden una tajada de la torta.

Más allá de los grandes players las startups también están buscando su lugar. Yacaré es una de las más antiguas del ecosistema local. Nació hace tres años y, en palabras de Jorge Zambone, presidente de Orange Data —la software factory entrerriana detrás de la aplicación—, tuvieron “un renacimiento hace cinco meses cuando el BCRA posibilitó usar más medios de pagos que antes no estaban accesibles, como la tarjeta de débito. Hasta diciembre de 2016 ningún e-Commerce tenía débito”. La App es un gestor que permite, a través del escaneo del código QR, realizar pagos de facturas de productos y servicios.  Y el objetivo final es la masificación del servicio, sostiene la fuente consultada. “Le hemos propuesto al Banco Central que todas las billeteras usemos el mismo estándar internacional de códigos QR para que haya interoperatividad entre ellas.”

El renacimiento de estos últimos meses tiene que ver con que Rentas del gobierno porteño comenzó a emitir las boletas con códigos QR, “entonces la gente lo escanea y en tres clics paga con tarjeta de crédito; ahí comenzamos a resurgir y a ser capaces de probar realmente el modelo”, comenta Zambone. “Para el usuario es gratuito, puede almacenar sus tarjetas y, dentro de poco, su cuenta de Pago Electrónico Inmediato (PAI) con Vale y TodoPago. Ahora, el trabajo que nos queda por delante es trabajar con las empresas para que agreguen códigos QR a sus facturas.” El modelo de negocios Yacaré es sencillo y similar al de los gestores offline: cobran una comisión por pago exitoso a quien emite la factura.


Julián Suárez, CEO de Ecopago.

Mobbex también nació como idea hace poco más de tres años y comenzó a operar en 2015. Se trata de una startup cordobesa creada por Gerardo Vettorello, que hoy es el CFO, y Atilio Cerbán, el CEO, que busca facilitarles a pequeños comercios, empresas y profesionales la implementación de un sistema de pagos electrónico. Y tienen una particularidad: están orientados —en palabras de Cerbán— al “usuario real” y no a los early adopters. El CEO explica que querían llevar la experiencia de cobrar con tarjeta del mundo offline a la versión en línea. “El que usa MercadoPago para hacer su e-Commerce depende de sus promociones con la tarjeta, mientras que nosotros a una cadena de pinturerías cordobesa le permitimos llevar a su retail virtual las promociones que ya tenían.” Además, comenta, entienden su negocio como una red: “Queremos construir una excelente experiencia de pago con necesidades que este segmento fintech no suele cubrir, como pagos, conciliación, recaudación; queremos resolver el pago de punto a punto, que nuestro cliente pueda ver desagregado cada pago pero además que sepa cuándo la tarjeta le paga a él y cuánto se queda de comisión. Añadimos estadísticas, control de fraude y otros servicios en ese sentido”. Al momento, ya tienen 25 locales dentro de su servicio y buscan incorporar entre 2.500 y 3.000  tiendas dentro de los próximos cuatro a seis meses, por lo que estiman su facturación del año que viene en $24 millones.

Ecopago tiene un foco distinto. Se trata de una solución multipago que permite acceder a una plataforma mobile de pagos y cobros tanto para consumidores como para vendedores de todo tipo. La forma de registro es particular: biometría en el caso de los compradores y con el registro de la AFIP en el caso de los vendedores y la plataforma utiliza Deep Learning para realizar el reconocimiento facial. “Al descargar la App, el usuario tiene que sacarse una selfie y una foto al DNI o pasaporte. El sistema verifica que las imágenes coincidan antes de dar de alta el perfil”, explica Julián Suárez, CEO de la compañía.

La billetera permite utilizar todas las tarjetas y las claves bancarias y, además, brinda la oportunidad de cargar plata en efectivo en uno de sus 600 puntos de carga. El sistema es interesante porque el control está siempre del lado del usuario. Así lo cuenta Suárez: “El usuario debe aceptar o rechazar el pago desde su smartphone, tiene la última palabra. Además, todos los datos quedan en Azure, la solución Cloud donde está montado Ecopago, no queda nada en el teléfono”.

JUGADORES CLAVES DEL SECTOR
Pagos360
EcoPago
Yacaré
Totalcoin
Recargapay
Nubepago
Mobbex
Flexibility+ideas
AhoraPago
Pay per TIC
Veritran
MercadoPago
Olpays
Geopagos
Paysur

Luego de lanzar una beta cerrada en La Plata, con taxis y pequeños comercios, estuvieron trabajando en aumentar la seguridad hasta hace pocas semanas. “Agregamos la biometría; somos uno de los pocos en América latina que lo utiliza y eso nos abrió mercados en todo el mundo: con el pasaporte puedo usar Ecopago en la Argentina”, menciona Suárez. “Ya tenemos 8.000 usuarios y 1.200 comercios adheridos, principalmente en las grandes ciudades de la provincia de Buenos Aires. Y el mes que viene agregamos dos cadenas, Día% y Grupo El Nene.”

Dentro del segmento pero con un modelo de negocios que se apoya concretamente en esa cadena invisible que une a los usuarios con las soluciones de e-Payment nació Flexibility+ideas. El emprendimiento surgió en 2010, y al principio solo era consultoría de servicios bancarios pero luego se transformó en una empresa desarrolladora de software que consiguió bien rápido su primer cliente: Prisma con TodoPago. Luego se sumaron RedLink, Coelsa y Comafi. “Lo que hacemos es tratar de resolver la parte tecnológica de los medios de pago, tanto para empresas fintech como para las que no lo son; somos la parte tech de las fintech”, comenta Manuel Picallo, CMO dentro de la compañía.

Tienen dos maneras de generar revenue (este año su balance cerrará, aproximadamente, en US$ 1 millón de ingresos, que se vienen duplicando año a año): algunos clientes les compran servicios profesionales directos y les cobran por “time & material”; mientras que otros pagan por el la bancarización de última milla. “Resolvemos todas las etapas de integración, desde redes y bancos hasta las cámaras compensadoras”, dice Picallo.

Futuro: ¿a favor de todos?

Desde Mobbex señalan que el futuro del ecosistema fintech local va camino a superar la dicotomía bancos versus startups. “No queremos pelearnos con nadie. La idea es que todos nos beneficiemos mutuamente, por eso nuestra plataforma de pago va de punta a punta y podría soportar MercadoPago y TodoPago”, desarrolla el CEO de la compañía. “No tenemos la visión de ‘quintita’ que hay en el mercado financiero, en la que cada cual hace su parte. La integración es una tendencia mundial. Tenemos la esperanza de que abran sus API y eso redunde en una mejora de la oferta.”

El líder de Yacaré, sin embargo, comenta que desde mitad del año pasado comenzaron a tener mejor relación con los bancos. “Ya no sienten que les competimos sino que potenciamos al ecosistema”, expresa. “Los grandes bancos, corporaciones o multinacionales son como transatlánticos y en algunas cuestiones les cuesta moverse. Las fintech son lanchas rápidas, con tiempos de implementación más cortos.” Por su parte, en Ecopago ven que ahora hay “una mayor aceptación social”. No debe existir un monopolio, dice su CEO, Julián Suárez, sino que lo mejor es que haya cinco o 10 actores que interactúen entre sí para que el usuario pueda usar varias.

Las tensiones son evidentes: por un lado, las fintech apuntan a pararse sobre los hombros de los bancos para dar sus soluciones que buscan unificar los pagos, algo que muchos de los clientes bancarios realizan aún hoy a través del Home Banking. En este sentido, compiten contra las instituciones bancarias que, por otro lado, las necesitan para llevar sus negocios a buen puerto. Entonces, la relación va a ser tirante por default, más allá de las intenciones que puedan tener los jugadores. El plus, ineludible, está en lo que es innovación: el push hacia adelante rebalsa sobre todo el ecosistema. Es decir, sobre los beneficiarios finales: los usuarios.

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Del editor

Novedad

La llegada de jugadores, desde hace poco más de tres años, que apuntan a superar los Home Banking de los bancos y las oficinas de pago offline. Con la llegada de los teléfonos móviles, todos los esfuerzos están puestos en generar Apps intuitivas para que la transferencia de dinero sea eficiente e indolora.

¿Por qué es importante?

La centralización de los pagos, a través de aplicaciones y plataformas web, es fundamental para lograr que la digitalización llegue a las finanzas de la gente de a pie.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Fintech: Pequeños negocios financieros





Estos son los pequeños negocios que desafían a los bancos
Pagos móviles, crowdlending, cambio de divisas, pagos entre particulares, criptomoneda… Las fintech suponen un reto para los bancos, que podrían ver comprometido un tercio de sus ingresos en los próximos 10 años. 

David Ramos - Emprendedores




Las compañías tecnológicas han llegado para sacudir el statu quo del sector financiero. Los bancos están entre las entidades más antiguas y asentadas de la economía contemporánea, con un papel fundamental en la lubricación de todos sus engranajes. Sin embargo, el desgaste reputacional que han sufrido en los últimos años y la irrupción en el mercado de un puñado de empresas fintech supone un duro desafío. “El sector financiero, que está todavía saliendo de una profunda crisis en los últimos años, afronta un escenario de tormenta perfecta para los próximos años”, reconoce Domingo Mirón, director general de Servicios Financieros de la consultora Accenture.

En primer lugar, se ha producido un cambio en el cliente. “Es un consumidor más dueño de la relación, con necesidades cambiantes, con menos sentimiento de fidelidad a las entidades financieras y con más capacidades técnicas y de autoservicio”, explica Mirón.

En segundo lugar, se configura “un entorno macro en el que, al menos en los próximos años, parece que se mantendrán tipos bajos de interés, que hacen más difícil rentabilizar el negocio bancario tradicional”. A esto hay que añadir “una regulación cada vez más exigente con la protección del consumidor final, que seguirá teniendo impacto en las posibilidades reales de crecimiento y rentabilidad”.

Finalmente, se suma la irrupción de las tecnológicas. “La disrupción digital está facilitando la entrada de nuevos actores. Quizá todavía no en todo el negocio bancario, pero sí en determinados segmentos y servicios. En base a nuestros estudios, hasta un tercio de la cifra de negocios de los bancos está en riesgo debido a esta irrupción”, asegura el responsable de Accenture.

Las cifras que maneja McKinsey son similares. La consultora estima que los competidores digitales han hecho que los ingresos de la banca minorista caigan entre el 10% y el 40% en 2015 en sus principales negocios –hipotecas, pagos minoristas, financiación al consumo, pymes y gestión patrimonial–, con un descenso del beneficio de entre el 20% y el 60%. Para Goldman Sachs, los nuevos competidores podrían quedarse con un 7% de los beneficios de las entidades tradicionales en los próximos cinco años.

¿Y qué panorama ofrecerá el sector en cinco o diez años? “Habrá muchas menos entidades porque el sector financiero es un negocio que cada vez tiene menos margen, y no sólo por el tipo de interés que tenemos. Cada vez más, tiene que ser un negocio de volumen. Por eso, habrá fusiones para poder generar más ingresos, pero no por rentabilidad sino por volumen. Además, tendrán que ser cada vez más eficientes, por lo que necesitarán unirse y reducir los servicios centrales”, especifica Rodrigo García de la Cruz, profesor del Instituto de Estudios Financieros (IEB). Además, “las oficinas tienen que especializarse, generar servicios más que productos y ofrecer a los clientes soluciones adaptadas a cada uno de ellos. Tienen que ser más como una consultoría o una asesoría”.

En esta línea, Ricardo Pérez, profesor de IE Business School, considera que en el sector financiero español hay un elevado número de oficinas, por lo que “parece abocado a una concentración mayor”. En cuanto a la competencia, McKinsey afirma que los bancos deben enfrentarse a cinco tipos de contendientes: disruptores del modelo de negocio, innovadores de procesos, startups ajenas al sector financiero, bancos digitales y plataformas de otras industrias como e-commerce.

García de la Cruz señala que “habrá muchas startups que se convertirán en grandes compañías, que se unirán a las grandes del sector, y muchísimas más startups. Además, las grandes compañías tecnológicas serán mucho más financieras. Empresas como Apple, Google, Facebook o Amazon ofrecerán una gran gama de soluciones financieras, pero las habrán integrado con una nueva filosofía. Por ejemplo, no veremos un Google Bank, con oficinas donde nos den un préstamo hipotecario, pero podremos acceder a una plataforma digital desde del móvil y financiarnos a través de plataformas P2P, al estilo del crowdlending”.

Negocios periféricos

En cualquier caso, los bancos van a seguir ahí, especialmente en determinados segmentos. “El negocio bancario tiene una parte core, basada en conseguir dinero y prestarlo, actividad muy regulada donde es difícil que entren nuevos actores porque deberían jugar con la misma regulación. No obstante, hay un montón de negocios periféricos que se pueden construir sobre ese core y donde sí es posible que lleguen nuevos competidores. Además, son los que más rentabilidad dan, como los pagos electrónicos, préstamos, transferencias, etc.”, señala Pérez.

Como se decía antes, García de la Cruz no cree que veamos un Google Bank o un iBank porque “la rentabilidad –medida por el ROE– de Google o Apple está por encima del 30%, mientras en las entidades financieras se sitúa entre el 6% y 8%. No tiene sentido. Pero por supuesto que van a entrar en servicios financieros. Apple está empezando a utilizar Apple Pay. ¿Gana mucho con ello? No, pero está integrando el pago en el ecosistema del día a día del cliente. Y si ven interesante hacer un préstamo para que haga una compra o cambiar divisa para un viaje, también lo harán. Pero no como lo hace un banco, sino dentro de sus servicios. Aunque si necesitan licencia bancaria, la pedirán”. De hecho, Google y PayPal ya la tienen en Holanda y Luxemburgo, respectivamente, mientras que Facebook ha solicitado licencia como entidad de dinero electrónico en Irlanda.

El cliente es el centro

¿De qué armas disponen las empresas fintech para asaltar el fortín de la banca? Estas son algunas de sus ventajas competitivas.

Experiencia de usuario. Mirón resalta que estas empresas tienen “verdadero foco en que una experiencia de cliente superior es la clave del éxito, por lo que generan experiencias más convenientes”.

Es una consecuencia directa del enfoque en el cliente. Mirón apunta que las fintech “proponen desde el inicio nuevas cadenas de valor disruptivas para algunos tipos de negocios, simplificando la gestión de nuestros pagos o nuestra financiación”. Tratan de evitar los largos cuestionarios, los contratos farragosos y extensos, el envío de documentación física…. Presentan sus productos y servicios de manera sencilla y automática, casi con un formato click & go.

Sin limitaciones. El comercio electrónico está evolucionando hacia el m-commerce, es decir, las compras a través del móvil. El consumidor quiere comprar dónde y cuándo quiera, sin limitaciones en función de la plataforma. Demanda omnicanalidad; poder conectar desde  su móvil, una tablet o el ordenador. Las fintech están mejor adaptadas, con apps y webs muy sencillas e intuitivas.

Imagen positiva. Algunas tecnológicas no tienen clientes, sino auténticos fans, como sucede con Apple. Por el contrario, la imagen de los bancos es bastante antipática, especialmente desde el inicio de la crisis. “Si Google o Apple tuvieran mañana un servicio bancario, la mayoría de los clientes se iría con ellos, sobre todo los jóvenes. Y más del 60% de los millenials prefiere a Apple o Facebook antes que a una entidad financiera”, afirma el experto de IEB.

Más agilidad. El profesor de IE Business School hace hincapié en la  rapidez de estas compañías: “No es porque sean mejores empresas, sino porque están habituadas a hacer experimentos”. Igualmente, el experto de Accenture indica que los procesos son, por lo general, más sencillos; “y permiten una mayor agilidad en el servicio al cliente”. Los bancos están muy burocratizados, por lo que no les vale con comprar una startup tecnológica.

Manejo de la información. “Son expertas nativas en el manejo de las nuevas tecnologías y la información de clientes. Siendo el negocio bancario un negocio de datos, tienen cierta ventaja para crear servicios personalizados y de mayor valor”, destaca el responsable de Accenture.
Venta cruzada. Uno de los caballos de batalla del sector financiero es el aumento de la rentabilidad de su cartera de clientes mediante la venta cruzada de productos. La gran cantidad de datos que poseen las tecnológicas y, sobre todo, la destreza a la hora de manejarlos, son herramientas fundamentales. Empresas como Amazon han demostrado su habilidad para generar ventas por la recomendación de productos relacionados o complementarios.

Un mercado con barreras

Aunque las ventajas de estas compañías son evidentes, también hay que considerar algunos impedimentos para el desarrollo de su negocio.

Confianza. Las fintech aún tienen que granjearse la confianza del consumidor. Aunque la imagen de los bancos se haya deteriorado, todavía se perciben como entidades seguras, con el respaldo de organismos de vigilancia y control. Quizá sea más fácil fiarse de grandes corporaciones como Google o Apple, pero las startups lo tienen más difícil. “Aunque la imagen de las entidades financieras durante la crisis ha sufrido una cierta erosión, el negocio bancario sigue estando basado en la confianza y, por ello, la mayor regulación a la que están sometidas las entidades financieras todavía puede suponer una ventaja para los bancos”, explica el responsable de Accenture. No obstante, Pérez remarca que “pese a que la confianza ha sido tradicionalmente un elemento clave para las transacciones financieras, está dejando de serlo. Ahora, el factor clave es el beneficio que se pueda obtener, ya sea en la experiencia, los precios o la personalización”.

Barreras legales. El sector financiero está muy regulado, por lo que es difícil entrar en su mercado. Al menos en el negocio core o fundamental, basado en la captación de activos y su gestión. Sin embargo, las tecnológicas están más interesadas en los negocios periféricos, como los pagos electrónicos, por ejemplo. En estos segmentos hay menores barreras. En cualquier caso, Google y PayPal tienen licencia bancaria en Europa, al igual que el e-commerce Alibaba o la teleco Tencent en China. También hay que tener en cuenta las exigencias de las leyes de protección de datos. Habrá que ver cómo manejan la información de los usuarios y el conflicto que puede generar la utilización de los datos recopilados por redes sociales o buscadores al ofrecer servicios y productos financieros.

Fragmentación. “Los nuevos entrantes lo hacen aún en partes del negocio bancario, lo que  puede suponer una desventaja, ya que las entidades tienen mayor facilidad para cubrir necesidades globales de sus clientes y fidelizarlos con paquetes de productos y servicios”, reseña Mirón.

Ataque por varios flancos

Hay segmentos de negocio donde las compañías tecnológicas arañarán una importante cuota de mercado a la banca tradicional.

Pagos electrónicos. Estamos viviendo una dura pugna en este ámbito, donde se enfrentan Apple Pay, Android Pay, PayPal Here, Samsung Pay o AliPay.

Crowdlending. Las plataformas colaborativas de préstamo son uno de los fenómenos más interesantes. El éxito más claro es Lending Club, especializada en el préstamos entre particulares. En España tenemos a Arboribus, Comunitae, LoanBook o Zencap.

Divisas. Han surgido varias empresas centradas en el intercambio de divisas, con el fin de desintermediar un negocio monopolizado por bancos e intermediarios. Permiten que dos empresas intercambien las divisas directamente, de un modo P2P, como la española Kantox.

Criptomoneda. El bitcoin es el máximo exponente de este tipo de moneda virtual, basada en las transacciones sin intermediarios, en modo P2P. En 2014 se hicieron más de 1.000 millones de pagos con bitcoin, que cuenta con el reconocimiento en Alemania y Australia, aunque no EE UU, donde ha sido encuadrada como materia prima. Hay varias plataformas de cambio de bitcoins. En España destaca Coinffeine.

Microcréditos. El principal ejemplo es Wonga, que ofrece créditos de hasta 600 euros con un plazo de devolución de hasta 60 días. Opera online y no requiere el envío de documentación física, funcionado las 24 horas del día y los 365 días del año. El crédito se concede a partir de un sistema de scoring (evaluación). Una vez aprobado, el usuario recibe los fondos en apenas 15 minutos.

Pagos P2P. Consiste en la transferencia directa de dinero a la propia cuenta bancaria, a otra persona o a un negocio. Destaca TransferWise, que permite transferir dinero al extranjero utilizando la moneda local. También hay plataformas que facilitan el pago entre particulares, como Google Wallet, Snapcash, PayPal.Me, Venmo –también de PayPal–, Facebook Messenger, WeChat o AliPay.

Gestores financieros. Se trata de plataformas online para PC y smartphone donde el usuario agrega sus cuentas para llevar un control. Mint es un referente.

La amenaza de los gigantes de Silicon Valley

El desafío de las tecnológicas al sector financiero ya es una realidad. Según el II Ranking anual sobre competidores del sector financiero, elaborado por el IEB, PayPal, Apple, Google, Facebook y Amazon son, en este orden, la principal amenaza. ¿Qué están haciendo?
PayPal. Mueve a diario 7,6 millones de dólares. Además de los pagos online, permite enviar y recibir dinero como una cuenta corriente. Incluso dispone de una tarjeta prepago para pagar en tiendas físicas y online, y retirar fondos en cajeros. Además, cuenta con un sistemas de pagos electrónicos NFC (PayPal Here) y dos plataformas de pagos P2P (PayPal.Me y Venmo). Sus fortalezas son la comodidad y la seguridad en el pago online, donde es casi el estándar.
Apple. El ejemplo más claro de su interés por los servicios financieros es Apple Pay, su sistema de pagos electrónicos móviles mediante NFC. Permite pagar en comercios físicos y en aplicaciones del universo iOS. En EE UU ya supone dos de cada tres pagos contactless. Apple podría plantearse ofrecer préstamos para comprar sus productos o facilitar herramientas P2P para el envío y recepción de dinero entre amigos. Sus puntos fuertes son una excepcional imagen de marca y una base de cliente de alto poder adquisitivo. Además, tiene liquidez para salir de compras, si así lo desea.
Google. Además de Android Pay, su sistema de pagos móviles NFC, cuenta con Google Wallet, un monedero virtual prepago para pagos electrónicos, pagos P2P y transferencia de fondos. Otra iniciativa es Robinhood, un broker online gratuito que ya tiene más de 600.000 clientes. Google ofrece préstamos en EE UU y Reino Unido a pymes que compren publicidad en su buscador. Además, controla el 7% de Lending Club, la mayor plataforma de crowdlending. También cuenta con Compare, un comparador de seguros que funciona en Reino Unido y California. Y no hay que olvidar que tiene licencia bancaria en Holanda. Su potencial reside en el gran volumen de información de sus usuarios, incluyendo sus gustos, necesidades, ubicación geográfica, etc.
Facebook. En 2014 solicitó a las autoridades irlandesas la licencia de entidad de dinero electrónico, con el fin de permitir a sus usuarios acumular dinero en su plataforma y usarlo para realizar pagos a otros usuarios. Además, a través de Messenger, su servicio de mensajería instantánea, permite vincular tarjetas de débito para hacer pagos P2P. Está conversando con empresas que ofrecen transferencias internacionales online y a través de smartphones, como TransferWise, Moni Technologies o Azimo. Su fortaleza es una enorme base de clientes, con más de 1.000 millones de usuarios activos.
Amazon. Aprovecha su dominio en el ámbito del e-commerce para ofrecer varios servicios financieros. Cuenta con una plataforma de pago que permite la compra segura en su web y en otras tiendas, moneda virtual -para regalar o pagar contenidos en Kindle Fire o dispositivos Android- y tarjetas de débito y de crédito.

lunes, 18 de abril de 2016

¿Fintech puede cambiar la banca y las finanzas?




La dominación del mundo: La nueva Fintech

Oscar A. Jofre

La banca, finanzas y seguros han sido en gran parte constante e invariable durante décadas. Ha sido la propia definición de una institución del tipo "club de viejos amigos": estática, monopolista, y de gran alcance. La competencia no ha llegado desde el interior, por lo menos no en la misma medida en que lo hizo una vez, con los bancos monstruo trabajando duro para tomar simplemente trozos de unos a otros. Fintech está tomando lentamente sobre segmentos de negocio completos, y la movilización de un nuevo grupo demográfico que es cualquier cosa menos de edad.

Para aquellos que están totalmente opuesto al sector Fintech, esto realmente va a asustar.

El cambio es de miedo, pero es necesario. La tecnología ha intervenido y ha creado la innovación del estancamiento, y pivota toda una industria llena de jugadores demasiado altos cargos y prudentes para siquiera moverse. De repente, los bancos no tienen más remedio que volver a pensar su estrategia a largo plazo con el fin de seguir compitiendo contra soluciones tecnológicas financieros ágiles más que se han infiltrado en el mercado y de alguna manera para ganar fuerza contra los oligopolios de mercado en algunos casos, y enorme financiera recursos de la mayoría.

Fintech es bastante aterrador para muchas personas, especialmente cuando teniendo en cuenta lo perjudicial este sector ha sido. Fintech ya se ha interrumpido la banca, lo que demuestra el modelo se rompió, en segundo lugar, ha perturbado los mercados de capitales mediante la democratización de cómo el capital se puede elevar e invirtió, y en tercer lugar, está empezando a cambiar cómo funciona el negocio de seguros. Se utiliza la tecnología y los cambios culturales hacia cambios regulatorios para permitir a los inversores de todos los días no acreditadas para invertir. Crowdfunding la equidad faculta a la gente a llegar a ser potencialmente una parte del gran cambio, tomar algo antes de la competencia de los capitalistas de riesgo, inversores ángel, y la riqueza, y hacerlo accesible. Los empresarios se benefician de un acceso más fácil al capital, y los inversores de más opciones.

Lo que todo esto demuestra es que estamos en medio de una revolución Fintech, y no hay manera de detenerlo. El aferrarse a las viejas maneras de hacer las cosas, insistiendo en que eran de alguna manera mejor porque estaban familiarizados implica que no hay lugar para el miedo en las finanzas y en los negocios. Fintech es un positivo. Los inversores, consumidores, y de hecho incluso los bancos deben saber que esto es motivo de optimismo, porque representa una oportunidad para ser mejor, para hacerlo mejor, y para hacer más.

Lo que esto significa es que los nuevos operadores que están impactando en estos sectores se están convirtiendo en empresas globales dominantes durante la noche, algo que no hemos visto en el pasado. Considere algunas de las historias de éxito de crowdfunding la equidad en los EE.UU. e internacionalmente: OurCrowd tiene ofertas cerrado con éxito para las empresas que buscan por más de $ 25 millones en financiación y StartEngine cuenta con más de $ 70 millones en reservas, y estas historias no son ni siquiera un rasguño en la superficie.

Se necesita muy inversores con visión de futuro para ver esto y muchos están recibiendo en la lista. No son los inversores que frenan, diciendo que las nuevas formas de financiación crowdfunding como la equidad no funcionarán, son los actores de la industria establecidos, y lo hacen porque tienen miedo. Se niegan a adaptarse. Ellos ven el cambio, y que 2016 es el año en que las empresas Fintech avanzar al primer plano, y comienzan a convertirse en la casa dominante en todo el mundo. Ellos no están acostumbrados a este tipo de competidor. Ellos solamente nunca he competido contra las organizaciones exactamente iguales a los suyos, y que les asusta.

Prepárate, para aquellos que creen que esto sólo ocurre en su ciudad o país: la irrupción es global y Fintech es una onda de marea.

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