viernes, 5 de octubre de 2012

Callejón - En busca de las economías externas


En busca de las economías externas
Maria Callejón /Universidad de Barcelona



Saxenian: Que enseñanzas tradicionales son fundamentales en un Silicon Valley


“OLD ECONOMY” INPUTS FOR “NEW ECONOMY” OUTCOMES: CLUSTER FORMATION IN THE NEW SILICON VALLEYs

Por Timothy Bresnahan, Alfonso Gambardella y Annalee Saxenian
PDF

El caso antimonopolio contra Google (4)


A todos les encanta, hasta que se hace demasiado grande

Cómo es el panorama de la competencia ante una creciente participación dominante de Google en las búsquedas web y la publicidad online. La Nación



POR RANDALL STROSS
THE NEW YORK TIMES 

La popularidad del motor de búsqueda de Google en Estados Unidos simplemente crece y crece. En los últimos tres años, su participación en el mercado incluso se ha acelerado, lo que hace que algunas personas se pregunten si la compañía finalmente aniquilará lo que queda de la competencia en motores de búsqueda.
Ciertamente, la mirada atenta del antimonopolio es una preocupación que crece cada vez más en el Googleplex. El año último, la compañía abandonó una propuesta de pacto de publicidad con Yahoo!, cuando el Departamento de Justicia dijo que presentaría una demanda antimonopoliopara bloquear el trato. La semana última, un pequeño operador de sitios web, TradeComet.com , presentó una demanda antimonopolio contra Google, acusando a la empresa de manipular injustamente su sistema de publicidad para perjudicar a un competidor potencial.
Y cuando solicité una entrevista con el economista principal de Google para saber por qué se aceleraban las ganancias por la participación de dicha firma en el mercado, la oficina de prensa de Google también me dio, sin solicitarla, una segunda cita por separado con Dana Wagner, quien "asesora sobre competencia" en la empresa (es decir, quien se ocupa de las cuestiones antimonopolio).
Google sostiene que su liderazgo en el mercado de búsqueda en la red es tenue, diciendo que con un simple clic de un mouse, la lealtad de un usuario podría evaporarse en cualquier momento.
Pero tenga en cuenta esto: Apenas en julio de 2005, Google se encontraba por delante de Yahoo!, respecto de la participación en el mercado, por tan sólo seis puntos porcentuales (36,5 por ciento y 30,5 por ciento, respectivamente), según comScore , la empresa de investigación de mercados. Hoy, sin embargo, esta ventaja es mucho más amplia (63 por ciento para Google y 21 por ciento para Yahoo!).
"Casi sentimos pena por Google", dijo Danny Sullivan, editor jefe de Search Engine Land . "Están haciendo un buen trabajo y las personas recurren a ellos. Pero cuando pasen el 70 por ciento de la participación en el mercado, la gente va a empezar a sentirse incómoda acerca de Google y sus posibilidades de convertirse en un monopolio."
Google no registra ganancias todos los meses. Las cifras de comScore para el mes de enero reflejan una caída del 0,5 por ciento en su participación, en diciembre, y un 0,5 por ciento de ganancia para Yahoo. Sin embargo, según Hitwise , otro servicio de medición online, Google ya superó la marca de referencia del 70 por ciento. La firma estima tiene el 72 por ciento del mercado de Estados Unidos, frente al 17,9 por ciento de Yahoo. Los dos servicios de búsqueda de Microsoft , MSN y Live.com , se encuentran en un distante tercer lugar, con un 5,4 por ciento de diferencia entre ambos.
Sullivan dijo que, si bien el motor de búsqueda de Yahoo! se beneficia del tráfico procedente del correo y de otros sitios propios, su capacidad de atraer usuarios para su motor de búsqueda fuera de sus propias fronteras es relativamente débil.
Muchos propietarios de sitios web que rastrean de dónde vienen sus visitantes informan que el motor de búsqueda de Google les envía ahora entre el 80 y 90 por ciento de sus visitantes. Por ejemplo, casi todos los visitantes enviados por los motores de búsqueda a Stack Overflow (una comunidad de desarrolladores de software que realizan y responden preguntas sobre programación) provienen de Google. En enero, Stack Overflow recibió más de tres millones de visitas provenientes de 22 motores de búsqueda. El 99,34 por ciento de las visitas fueron enviadas desde Google.
Ante una posible demanda por posición dominante, Google abandonó una propuesta formulada a Yahoo! para realizar campañas de publicidad online. Foto: Gentileza dmealiffe / Flickr

Jeff Atwood, co-fundador de Stack Overflow, declaró: "No tengo problemas con Google. Me gusta Google. Pero estoy preocupado. Si se proyecta esta tendencia a cuatro años, sólo sigue el gráfico. Un mundo en el que no hay competencia me parece poco saludable".
En Google, Hal Varian, su economista principal, y Wagner dijeron que el público no era ciegamente fiel a un motor de búsqueda. Ellos citaron un reciente estudio realizado por Forrester Research en el cual el 55 por ciento de los adultos encuestados utilizaba más de un motor de búsqueda cada semana.
"Usted compra un automóvil, lo usa durante cuatro años y, a continuación, mira a su alrededor para ver otras opciones", dijo Varian. "Pero en el campo de la búsqueda, estamos compitiendo clic por clic." Si más usuarios utilizan Google, dijo, es porque llegan a la conclusión de que es un producto superior.
Sullivan, quien ha estado estudiando los motores de búsqueda desde 1995, dijo que estudios similares se han hecho durante muchos años (y que no siempre reflejan el hecho de que la mayoría de las personas sienten una predilección primaria por un único motor de búsqueda). Cuando los usuarios prueban otra alternativa, señaló, "no les hacen el control de calidad"; después, vuelven a su favorito. "Google es un hábito", afirmó, "y los hábitos son muy difíciles de destruir."
Tanto Yahoo! como Microsoft alegan que los resultados obtenidos por sus motores de búsqueda han logrado igualar la calidad de Google (toman como base las mediciones estadísticas internas que no quieren revelar públicamente). Pero eso importa poco.
"Que estemos levemente por delante o levemente por detrás de Google respecto del núcleo del negocio no cambia el juego en el área de búsqueda", declaró Prabhakar Raghavan, el estratega principal de búsquedas de Yahoo!.
La mejor oportunidad de Yahoo!, dijo Raghavan, es ofrecer modos radicalmente nuevos de presentar la información, lo cual ayudará a los usuarios a terminar lo que sea que hayan comenzado antes de la búsqueda, como encontrar un trabajo o comprar un pasaje aéreo. "La gente no quiere buscar, es una digresión", dijo. "Ellos quieren completar una tarea."
Lo que Yahoo! y Microsoft no han sido capaces de alcanzar, sin embargo, es la paridad con la marca Google, que se convirtió en un verbo en inglés reconocido oficialmente en 2002. Raghavan dijo que reconoce que Google es "sinónimo de búsqueda".
Pregunté al Sullivan si deberíamos repartir deliberadamente nuestras búsquedas a través de varios motores, para hacer nuestra pequeña parte y así ayudar a mantener viva la competencia. Él dijo que esa clase de campaña no sería sostenible. "Probablemente voy a seguir utilizando aquello con lo que tengo una buena relación, que es Google", afirmó. "Si sugieres a alguien que use los motores de Microsoft, es como decirle Deberías buscarte un nuevo mejor amigo ".
Randall Stross es un escritor de Silicon Valley y profesor de negocios en la Universidad Estatal de San José.
Correo electrónico: stross@nytimes.com
© NYT Traducción de Ángela Borghetti .

El caso antimonopolio contra Google (3)


FTC Wants in on Google Antitrust Action


Updated: May 6, 2012 | 7:44 a.m.
May 6, 2012 | 7:22 a.m.

UPI/MOHAMMAD KHEIRKHAH
Google headquarters in Mountain View, California.

The Justice Department has made a habit of delving into Google’s acquisitions and business dealings throughout the Obama administration. Now the Federal Trade Commission is looking for a piece of the action.
The agency hired a big-name outside litigator to front its current investigation, and in the background lurks the prospect of a novel tactic that, if successful, would expand the ability of the FTC to prosecute companies that dominate in a particular sector.
A broad antimonopoly case against Google by the FTC would face several key hurdles. Because Google’s products are free to use, it’s going to be tricky to show how end consumers are directly harmed by the company’s development of content that is accessible via its search engines. The company mantra, when asked about whether Google is dominant, is that “competition is one click away.”
It appears more plausible that a case could be made under Section 5 of the FTC Act, which prohibits “unfair methods of competition,” a standard that doesn’t specify harm to consumers. FTC Chairman Jon Leibowitz is on record as “strongly” wanting to create standards to pursue Section 5 cases.
Geoffrey Manne, executive director of the International Center for Law and Economics, says that the FTC might be interested in bringing a case under Section 5 because it’s easier to prove.
Some of the complaints surrounding Google’s business practices involve a reduction in consumer choice, which would involve the antimonopoly Section 2 instead. “If that’s all they have for harm,” Manne said, “that’s a case that gets dismissed under Section 2. It’s not clear that the same case is dismissed under pure Section 5.”
The FTC could target Google on several fronts. One is the issue of whether Google unfairly manipulates its search results to favor its own services. According to critics, this practice has hobbled niche players in e-commerce sectors in which Google has business interests, including local search, comparison shopping, and travel booking. Companies like Expedia, Trip Advisor, Yelp, WebMD and others claim to have experienced a loss of Web traffic and revenues as a result of this practice.
What's not immediately clear is why Google, which reported upwards of $10 billion in quarterly advertising revenues in its first-quarter SEC filings, would risk the ire of U.S. and foreign regulators in order to spotlight what appear to be relatively minuscule pieces of its business -- the commissions from travel bookings and other online transactions.
Gary Reback, a Silicon Valley antitrust attorney and longtime critic of Google's business practices, calls it "monopoly maintenance." Reback said that Google got into the local information, maps, and travel space in order to steer the flow of Web traffic away from rivals who offer targeted, topic-based search services. "The reason Google goes into verticals is to keep these verticals from eating away at its horizontal search monopoly," he said.
Another prominent critic of Google, Ben Edelman, an assistant professor at Harvard Business School, said that it's Google's practice to "enter a new sector, create an information aggregation platform and use their power over algorithmic search to direct users to their platform, even though Google is typically late to these new sectors.”
Edelman cited Google Maps as an example of the "Google playbook." Edelman noted that when it was introduced there were established competitors like Mapquest, MSN Maps, and Yahoo Maps, but Google's dominant market share "lets Google favor their own services with unlimited free traffic and withhold their traffic from competitors."
Larry Downes, a senior adjunct fellow with the think tank TechFreedom, expects the FTC will take some action, considering all the preliminary saber rattling. “IBM went through this in the 1980s, Microsoft went through it in the 1990s. It appears now it’s Google’s turn,” he said.
Google is already dealing with a tide of government supervision. Its $12.5 billion purchase of Motorola Mobility in August, 2011 -- largely seen as a patent-defense deal -- was approved by DOJ's Antitrust Division but with the caveat that regulators wouldn't be shy about intervening if Google tightened its hold on key mobile-industry patents. Also last year, Google's $700 million purchase of travel software provider ITA (now Google Travel) is subject to a consent decree designed to protect competition in the travel-search sector. Twice, the Justice Department refused to back proposed settlement agreements between Google and the Authors Guild, over Google's practice of scanning books and making them searchable. Going back to 2008, Justice Department objections scuttled a planned advertising venture between Google and Yahoo over anticompetitive concerns.
Now Google faces the prospect of going to court against renowned litigator Beth A. Wilkinson of Paul, Weiss, Rifkind, Wharton & Garrison, known as the attorney who delivered key closing arguments in the case against the Oklahoma City bombers in 1995.
What’s in store for Google if it loses a court case? The most dramatic outcome would be the severing of Google’s algorithmic search and search-advertising business from its content and commerce offerings. This was the initial outcome of the antitrust case prosecuted against Microsoft in the late 1990s, although that judgment was overturned by an appeals court. Another drastic remedy would be to put Google’s famed organic search algorithm under government supervision, or require that it be open to competitors.  Less draconian would be remedies installing firm divisions between the search platform and other business divisions in order to guarantee that Google-owned properties aren’t favored in Google search. Alternatively, a settlement could be instituted without a court verdict that offers competitors some guarantee of prominent placement in Google’s search results.
Before the FTC moves, it’s likely that the European Union will release its long-awaited findings on their investigation into Google. Any settlement with the EU could provide some clues as to how the FTC will proceed with its case against Google.

El caso antimonopolio contra Google (2)

Las autoridades antimonopolio de Obama intensifican el escrutinio sobre Google



El Departamento de Justicia ha enviado solicitudes formales de información a varias casas editoriales sobre un acuerdo que firmaron con Google Inc. el año pasado para permitir que el gigante de búsquedas por Internet tenga más libros disponibles en línea, dijeron ejecutivos de las editoriales. La medida es una señal de que el gobierno de Barack Obama está intensificando su vigilancia antimonopolio.
Los pedidos de información enviados a las editoriales involucradas en el acuerdo son el indicio más fuerte de que el Departamento de Justicia puede tratar de bloquear o forzar una renegociación del pacto, el cual aún no ha sido aprobado por un tribunal.
Google empezó a escanear libros en 2004, y casas editoriales y autores entablaron una demanda para frenar el esfuerzo en 2005, sosteniendo que violaba las leyes de propiedad intelectual. Google llegó a un acuerdo extrajudicial el año pasado, aceptando pagar US$ 125 millones a las editoriales y los autores que registren sus trabajos y que cobren cuando sus obras sean usadas en Internet. En abril, autoridades antimonopolio empezaron a indagar si el acuerdo iba en contra de las leyes antimonopolio.
El acuerdo conocido como Book Search (búsqueda de libros, en inglés) ha suscitado críticas de una serie de ejecutivos de la industria, quienes dicen que le dará a Google inmunidad a los derechos de autor sobre millones de títulos digitales, incluyendo libros cuyos propietarios de los derechos son desconocidos. ­Google y Authors and Publishers Association, una entidad que representa casas editoriales y escritores, han presentado el acuerdo como un marco que expandirá el acceso del público a los libros.
Los críticos dicen que el acuerdo le da a Google una ventaja injusta sobre los servicios futuros relacionados con los libros digitales, alegando que sería virtualmente imposible para otras empresas conseguir licencias de derechos de autor sobre las mismas obras por su cuenta.
David Young, presidente ejecutivo de Hachette Book Group, de Lagardère SCA, confirmó el martes que la compañía recibió una solicitud oficial de documentación ligada a la propuesta de acuerdo por parte de Google, pero rehusó realizar comentarios adicionales.
Otro ejecutivo del sector editorial de Nueva York dijo que el Departamento de Justicia ha solicitado documentos sobre política de precios, estrategia digital y conversaciones con otras editoriales respecto a la propuesta de acuerdo con Google. "El Departamento de Justicia está claramente enfocado en Google", dijo este ejecutivo. "Es una solicitud amplia de documentación".
Una portavoz del Departamento de Justicia rehusó confirmar o realizar comentarios sobre el caso.
La intensificación de las indagaciones sobre el acuerdo de las búsquedas de libros es la última de una serie de investigaciones antimonopolio sobre los negocios de Google. El Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio de EE.UU., los dos principales reguladores del gobierno, han abierto investigaciones. En conjunto, las indagaciones representan una amplia examinación de la empresa tecnológica más dominante de la última década por parte del gobierno.
Fuentes cercanas a Google dicen que la compañía considera las investigaciones parte de una campaña más amplia de los nuevos reguladores antimonopolio de intensificar el escrutinio a la industria tecnológica después de una pausa durante el gobierno del presidente George W. Bush.
En respuesta, Google parece estar ampliando sus esfuerzos para defender su caso ante abogados y reguladores. El director jurídico de Google, David Drummond, viajará hoy a Washington para defender el acuerdo de las búsquedas de libros en reuniones con abogados y defensores de la protección de la propiedad intelectual.
El esfuerzo de Google por evitar problemas antimonopolio podría depender de su disposición a hacer concesiones o reducir ciertos aspectos de sus planes para satisfacer las preocupaciones de los reguladores. Al mismo tiempo, Google­ trata de contrarrestar los esfuerzos de sus rivales, incluyendo el gigante informático Microsoft Corp., para tildarla como una amenaza a la competencia o a la privacidad de los consumidores.
"Desde mi punto de vista, en nuestra escala y con el impacto que tenemos, nosotros esperamos ser inspeccionados", afirmó el presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt, en una entrevista. "Lo esperamos de cada gobierno. No estoy diciendo que nos guste o lo odiemos". El ejecutivo declinó hacer más comentarios sobre la opinión que tiene la compañía del nuevo régimen antimonopolio.
Ejecutivos e ingenieros de Google se reunirán con reporteros y expertos de la industria tecnológica esta semana en San Francisco "para explicar cómo funciona el negocio y todas las cosas que hacemos para promover la competencia", señaló un vocero de la compañía. .
Por Elizabeth Williamson, Jeffrey A. Trachtenberg y Jessica E. Vascellaro

La Nación


El caso antimonopolio contra Google (1)


Google, ante su caso antimonopolio más grave

EE.UU. investigaría si abusa de su posición dominante en el negocio de búsquedas


Por Thomas Catan


WASHINGTON-La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) se apresta a enviar a Google Inc. el equivalente civil de una citación, de acuerdo con fuentes al tanto, lo que augura el comienzo de una amplia investigación sobre si el gigante de búsquedas en la web ha abusado de su posición dominante en Internet.
La comisión, compuesta por cinco miembros, se repara para enviar su solicitud formal de información a Google en los próximos días, dijeron las fuentes. Agregaron que otras compañías podrían recibir pedidos oficiales de información sobre sus negocios con Google en una etapa posterior de la indagación.
Los representantes de la FTC y los de Google se abstuvieron de hacer comentarios.
Para Google, esta potencial investigación antimonopolio es la más seria hasta el momento en EE.UU. Aunque ya ha enfrentado varias investigaciones por temas de libre competencia en los últimos años, las pesquisas, al menos en EE.UU, se han limitado básicamente a revisiones de sus fusiones y adquisiciones.
La nueva investigación, en cambio, examinará asuntos fundamentales vinculados con el negocio central de búsquedas y publicidad de Google, que aún representa la gran mayoría de sus ingresos, según fuentes cercanas.
A la luz de estos eventos, muchos observadores creen que esta investigación podría marcar un hito en la historia de los casos antimonopolio tan importante como el que en su día protagonizó Microsoft Corp., que en los años 90 fue demandada por el Departamento de Justicia de EE.UU.
La compañía a duras penas logró evitar ser dividida, pero expertos legales y de la industria aseguran que esa demanda contra Microsoft —y sus consecuencias— ayudó a controlar la capacidad que tenía la empresa para valerse de su posición dominante en el negocio de los sistemas operativos de computadoras personales para controlar otros sectores tecnológicos.
Microsoft, si bien sigue siendo un peso pesado en el mercado de software informático, fue lenta a la hora de responder a la ofensiva de Google en el sector de los motores de búsqueda.
En cualquier caso, Google no será un blanco fácil para la FTC. Bajo las leyes antimonopolio de EE.UU, no es ilegal tener un monopolio; sólo lo es si lo adquirió ilegalmente o abusa de él. Además, los tribunales han reducido significativamente el alcance de las leyes antimonopolio en los últimos años, complicando aún más la labor de la FTC para armar un caso exitoso.
Entre otras cosas, la investigación de la FTC podría depender en parte de evidencias que muestran que los consumidores han salido perjudicados por el comportamiento de Google, lo que según algunos abogados podría ser difícil.
Google siempre ha negado que esté actuando de manera anticompetitiva y asegura que los usuarios pueden navegar fácilmente a otras opciones en Internet. En declaraciones públicas, la compañía ha dicho que construyó Google para los usuarios, "no para los sitios web" y que su objetivo es "entregar respuestas" a esos usuarios.
Google maneja cerca de dos tercios de todas las búsquedas hechas en la web en EE.UU., según comScore Inc. En muchas partes de Europa, su participación de mercado supera 80%.
Se prevé que la investigación analice si la compañía canaliza de manera injusta usuarios a su propia y creciente red de servicios a expensas de proveedores rivales.
Algunas empresas se quejan de la forma en que Google clasifica sus propios servicios o cuánto cobra por publicar avisos, argumentando que su poder en el mercado le da la capacidad de determinar si una empresa tendrá éxito o fracasará.
En EE.UU, Google ha provocado protestas de servicios de viaje como Expedia y TripAdvisor, servicios de ofertas y recomendaciones como Yelp así como de su eterno rival, Microsoft. Muchos de ellos dicen que Google promueve enlaces con sus propios sitios web, privando a los demás de un tráfico que les resulta vital.
Otras compañías aseguran que Google abusa de su posición dominante para extender su control a otros mercados, desde los teléfonos móviles a la televisión en línea, las publicaciones y los viajes en avión..

miércoles, 3 de octubre de 2012

Juicios laborales contra Google-Apple

Apple-Google Antitrust Case Is Going To Trial, And It’s Steve Jobs’ Fault



“We must do whatever we can to stop cold calling each other’s employees and other competitive recruiting efforts between the companies.” This quote from Steve Jobs to Palm’s CEO was central to a San Jose court ruling today  for why a class-action antitrust lawsuitagainst Apple, Google, Intel, Adobe, Intuit, Pixar, and Lucasfilm won’t be dismissed and will move on towards a June 2013 trial.
Now lawyers representing five former employees of the tech companies will begin document discovery in hopes of surfacing more damning evidence. While we mean no disrespect to Steve Jobs, his actions could force Apple and these other companies to pay out hundreds of millions of dollars to Silicon Valley employees in a settlement or damages ruling. Check out the full court ruling and our analysis below.
Google Apple Intel AntitrustThe tech giants put up a flimsy defense at a January court hearing, attempting to secure a motion to dismiss on the grounds that “no poach” agreements between them were isolated and not a conspiracy to keep employee salaries down. But Judge Lucy Koh disagreed, noting there was enough evidence to support the conspiracy charge for her to issue a failure to dismiss ruling.
Back in January, I broke the news when exciting evidence from the Department of Justice’s 2010 antitrust investigation against the seven companies was unsealed. The evidence showed that Steve Jobs and Google’s Eric Schmidt brokered deals with their competitors to not try to steal each other’s employees — peace treaties that prevented bidding wars that could lead these employees to be paid more. Digging through the evidence, I saw strong indicators that a conspiracy between these companies was unfairly keeping engineers from being paid their full market value, and predicted the motion to dismiss would be denied.
A week later I blogged the motion’s hearing from the courtroom, publishing as soon as Judge Koh concluded “This case is moving forward…this case is going to survive the motion to dismiss.” Today Judge Koh formalized those sentiments into an official ruling, as reported by Reuters .
So, here’s why Google, Apple, et al defense failed.
The defendants cited Kendall precedent, where an antitrust case was dismissed because plaintiffs didn’t have evidence showing the “who, what, where, and when” of an alleged conspiracy. However, Judge Koh ruled that the Kendall case was distinguishable from this no-poach antitrust case because here the plaintiffs detail the “actors, effect, victims, location, and timing of the six bilateral agreements between Defendants” to not cold call recruit each other’s employees.
Specifically, the DOJ investigation evidence revealed emails between”senior executives” of these companies arranging no-poach agreements. It also showed the six supposedly isolated agreements were identical, including the “do not cold call” deals between Apple and Adobe in May 2005 and between Pixar and Lucasfilm in January 2005. These deals were shown to have the potential to reduce employee salaries, which is unlawful.
The defendants also tried to claim there was no “meeting of the minds” between the heads of these companies. However, at the time, Steve Jobs was CEO and sat on the board of Pixar, Google CEO Eric Schmidt was on the board of Apple, and Arthur Levinson sat on the boards of both Google and Apple, providing ample opportunity for conspiracy. Judge Koh wrote that “At least one of [these] three individuals had significant influence over at least one party to each of the six bilateral agreements…It is plausible to infer that the overlapping board membership here provided an opportunity to conspire.”
Judge Koh goes on to explain why a conspiracy is “plausible” and therefore the plaintiffs should be given an opportunity to discover more evidence. She also strikes down the defense that since only six agreements took place between the 21 possible pairings of the 7 defendants, employees of one company wouldn’t be injured by agreements between two others.  While not proven yet “it is plausible to infer that even a single bilateral agreement would have the ripple effect of depressing the mobility and compensation of employees of companies that are not direct parties to the agreement” due to negotiations exposing compensation benchmarks, so she refused to dismiss the case.
With the motion to dismiss denied, here’s what happens next. The court will convene on June 28th to hear class certification that will determine which employees are eligible to be represented by the class action lawsuit. That could be all of the defendants’ employees, software engineers and scientists, or just software engineers.
Then the case is set for trial in July 2012. If compensation was suppressed between 5% and 10%, as the plaintiffs lawyer Joseph Saveri estimated, each entry-level software engineer eligible for the class action suit could be entitled to $5,000 to $10,000 for each year they were employed between 2006 and 2009, and more senior employee could be entitled to much, much more.

martes, 18 de septiembre de 2012

Hardware: Impulso a la industria de microchips en Argentina


El microchip, asunto de interés público

Argentina busca dar un salto tecnológico y diseñar los microchips que se utilizan en decodificadores, notebooks, televisores y otros productos electrónicos. El Ministerio de Industria ya comprometió a dos grandes empresas del sector para aportar al proyecto.

La intención es aprovechar el gran volumen de compras estatales para impulsar el uso de tecnología local.


 Por Javier Lewkowicz
El Gobierno evalúa montar una empresa dedicada al diseño de microprocesadores, que se utilizarían en los decodificadores de TV digital, notebooks del plan Conectar Igualdad, equipos de televisión, otros productos electrónicos y bienes de capital. El proyecto es de carácter público, aunque se les requirió a las empresas tecnológicas radicadas en Tierra del Fuego que aporten recursos. Dos de las firmas más grandes ya se comprometieron a hacerlo. La intención es aprovechar el importante volumen de las compras estatales de productos con tecnología para diseñar chips específicos que abaraten el costo final y acerquen el desarrollo tecnológico al tejido industrial nacional. Además, podría contribuir a sustituir ciertas importaciones que realiza Tierra del Fuego. No está definida todavía la inversión total que se requiere.
“Diseño de chips y productos acordes con las necesidades de Argentina Conectada –programa de expansión de la banda ancha y la TV digital en todo el país–, construcción en la Argentina de capacidades de diseño y desarrollo tecnológico en microelectrónica, sustituir importaciones en el sector de mayor déficit comercial y desarrollar proveedores nacionales con creciente nivel de integración nacional de componente e ingeniería.” Esos objetivos se propone un documento interno que circula entre el Ministerio de Industria, el INTI y la Universidad Nacional del Sur.
La idea del Gobierno es que en la Argentina se realice el diseño, previa adquisición de licencias, para que luego los chips se fabriquen en los países asiáticos, en particular Taiwan, que maneja una escala de producción muy importante. El microprocesador luego sería adquirido por las firmas tecnológicas de Tierra del Fuego para insertarlo en los productos electrónicos. La deslocalización del diseño es una metodología usual en la industria. Según datos del INTI, la fase de diseño representa dos terceras partes del costo de los microchips. “Es la célula básica de la industria electrónica”, indican. Los productos electrónicos a los cuales se podría proveer de chips son el decodificador de TV digital, las computadoras del plan Conectar Igualdad, tabletas digitales y televisores digitales smart, entre otros.
En el caso del decodificador, los equipos del Conectar Igualdad y otras compras públicas, la facilidad está dada por la escala de fabricación y por el tipo de negociación con las empresas de Tierra del Fuego, a las que se les acerca un importante negocio a cambio de la integración de chips. En los televisores digitales smart u otros productos de electrónica comercial, como los celulares, el esquema es más complicado porque las firmas electrónicas muchas veces adquieren el kit de partes completo desde Asia, sin que exista posibilidad –y muchas veces tampoco la disposición– de sustituir alguna de esas importaciones. A la vez, las empresas deberían validar el chip diseñado en forma local, negociación que dista de ser simple, aunque no imposible, indican en el Gobierno. La puesta en marcha del centro de diseño demoraría al menos un año y medio.
“Es interesante que Argentina desarrolle tecnología propia. Eso implica salarios más altos. Un buen modelo de desarrollo implica exportar salarios altos e importar salarios bajos”, indicó a Página/12 Alejandro Mayoral, titular de Afarte, la entidad que nuclea a las compañías que ensamblan productos electrónicos en Tierra del Fuego. La firma Brightstar, que fabrica para Samsung, LG, Motorola y BlackBerry, y Newsan, que trabaja con Lenovo, Sony y Panasonic, entre otras, aseguraron a la ministra de Industria, Débora Giorgi, que realizarán un aporte de capital para el proyecto. “Me parece bien que las empresas inviertan. Todos los modelos exitosos implican la participación del Estado, de las universidades y del sector privado”, completó Mayoral. En términos formales, se trataría de una empresa pública de diseño con participación privada a través de un fideicomiso, aunque sobre esos aspectos se está trabajando.
“El Estado es el gran comprador de tecnología en el país, desde la salud hasta la AFIP, pasando por la Anses y el sector energético. Existe una demanda enorme que no hay que desaprovechar. Lo difícil es salir a competir en el mercado global contra las grandes marcas. Pero esto es cazar en el zoológico”, grafica un miembro del equipo que trabaja en el proyecto. Tampoco escapa a la iniciativa la necesidad de mejorar la ecuación comercial del sector electrónico. Funcionarios no descartan que se pueda proveer de microprocesadores a maquinaria agrícola y autopartes.

Polo Tecnológico: Singapur busca la aplicación matadora!


Singapore's Rising Tech Industry Draws Expat Innovators And Investors


A reflection of the Marina Bay Esplanade in Singapore. The nation is increasingly seen as a corporate logistics hub and gateway to the region's emerging markets.
EnlargeVorrarit Anantsorrrarak/Barcroft Media/Landov
A reflection of the Marina Bay Esplanade in Singapore. The nation is increasingly seen as a corporate logistics hub and gateway to the region's emerging markets.
For the past six years in a row, the World Bank has rated the Southeast Asian city-state of Singapore as the easiest place in the world to do business. Drawn in part by this reputation, money and talent are pouring into the island nation's growing technology sector.
One of Facebook's co-founders recently renounced his American citizenship and relocated to Singapore, where he has been investing in tech startups.
One of these firms is Perx, co-founded by former New Jersey resident Andrew Roth.
Andrew Roth is co-founder of Perx, a Singapore-based firm that uses smartphones as virtual loyalty cards.
Anthony Kuhn/NPR
Andrew Roth is co-founder of Perx, a Singapore-based firm that uses smartphones as virtual loyalty cards.
At a coffee shop near his office, Roth demonstrates how the business works, by buying a couple of lattes. After paying for the coffee, the cashier shows Roth a printed symbol called a QR code. Roth uses his smartphone to scan the code. It's the digital equivalent of earning a stamp on a loyalty card, which, when full, can be redeemed for rewards.
"There are so many apps in the market right now ... that just kind of serve the consumer," Roth says. "And we took the approach with Perx to help the merchant first."
Roth says Singapore is an important test market for his company because it is the regional base for many multinationals. He plans to expand into Indonesia and other Southeast Asian markets in the future.
Since launching last year, Perx has added 60,000 registered users who have accumulated 250,000 digital stamps. Companies from Dunkin' Donuts to Procter & Gamble pay Perx a monthly fee to advertise and reward loyalty.
"We found a lot of research telling us that people really don't feel loyal to the company where they have a loyalty card," Roth says, adding that Perx aims to change that.
Facebook co-founder Eduardo Saverin has invested an undisclosed amount of money in Perx, and is set to join the startup's board of directors. Saverin declined to be interviewed.
Virginia Cha, a tech industry specialist at the National University of Singapore, says that both venture capitalists and Singapore's government have been plowing money into tech startups, setting the stage for technical innovation.
"We've been seeing quite a few expat entrepreneurs coming to Singapore, setting up shop and raising funding here," she says. "So it's an easy environment to get started, especially since there's a lot of money now."
Cha cautions that ideas and products that work in Singapore — an island city of 5 million — will not necessarily work elsewhere.
But Cha herself is also an investor, betting on home-grown startups and cutting-edge technological applications.
"You need to have a killer app," she argues. "And so far the killer apps have come from the United States: Twitter, Facebook. We need a killer app that's created right here in Singapore."
Cha says investors like her are interested in more than just software. They're envisioning the future and betting that they can make it a reality.
For example, she points to a startup called Good For Us, which aims to inform consumers about the ethical implications of their purchases. Clive Wright, the chief business strategist for Good for Us, says his company uses data from environmental and human rights NGOs to rate corporations' ethics.
"How do I know if what I'm buying is produced and distributed in an ethical way?" he asks. "How do I know if the company that I'm dealing with actually deserves my money?"
Singapore serves as the nerve center for the company's global operations. Wright's technology specialist, a Scottish expat named Ian Morrison, is developing the company's software in Vietnam.
"Singapore is very much a digital hub for the world," Morrison says. "We have access to the very best education, the very best technology, the very best infrastructure."
Morrison is just one of the company's remote employees linked to its nexus in Singapore.
"Ian is a classic example," Wright says. "He has a development team in Vietnam. So through him, we are virtually in Vietnam as a business. Jim is in Geneva, and through him, we are connected to the global NGOs."
In that sense, Wright says, Singapore increasingly resembles Geneva, a place where companies go to establish regional headquarters.
Besides being the easiest place in the world to do business, Wright points out — perhaps more importantly for tech startups — Singapore is also one of the easiest places to close a business that fails.

NPR

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