Aconcagua Ventures, capital de riesgo para la tecnología
Jonatan Altszul es emprendedor e inversor. Hace unos dos años, fundó Aconcagua Ventures, firma que se dedica a la inversión de capital de riesgo en empresas de tecnología, argentinas o regionales.
Su idea era “replicar la experiencia que tuvimos con Core Security Technologies (empresa de soluciones de seguridad, de la que fue fundador y CIO), de construir una compañía de tecnología de punta que tenga origen en Argentina y que pueda capitalizar las ventajas locales para lograr negocios de alcance global”.
¿Cuánto dinero invierte el fondo de Aconcagua Ventures?
Manejamos un total de U$S 5M. Eso es pequeño. U$S 5M es poca plata, pero para lo que nosotros queremos hacer es suficiente. Nosotros entramos en estadios muy tempranos, con rondas que van desde los U$S 100,000 hasta U$S 1M. Ese es el tipo de monto que pensamos invertir en nuestros deals. Para armar nuestro primer fondo, es un monto razonable. Nuestro plan a futuro es poder levantar un fondo más grande.
¿Cómo es ser un fondo de inversión de riesgo en Argentina?
Mirá, a la escala en que nos movemos nosotros, que es muy chica para lo que es el manejo de capitales a nivel internacional, todos estos vaivenes económicos y demás mucho impacto no deberían tener; al menos, hasta ahora no los hemos sufrido. El cierre de nuestro fondo es muy reciente.
La dinámica no debería verse demasiado afectada. Nosotros buscamos emprendedores con buenas ideas, buenos equipos de gestión, mercados interesantes, y cuando los encontramos tratamos de entender qué les falta, qué deberían tener para convertirse en compañías exitosas. Insisto, como nosotros invertimos en compañías en estadios muy tempranos –incluso, en compañías que todavía no existen, que es nada más que un emprendedor con una idea- estos vaivenes macroeconómicos mucho no nos afectan.
¿De dónde proviene el dinero para invertir?
El fondo de Aconcagua se cerró con un grupo de individuos argentinos y uruguayos que aportan de su propio patrimonio, y que tienen la voluntad de querer invertir en este tipo de proyectos de algo riesgo y lo hacen comprometiendo su propio capital. No tenemos participación de ningún organismo multilateral, como puede ser el BID o el FMI, y de ninguna agencia institucional o gubernamental.
Repito: básicamente, son individuos. Lo cual le da una dinámica muy interesante al fondo, ya que al estar ellos involucrados personalmente se pueden tomar decisiones de una manera muy ágil y aportan muchísimo valor, mientras que en otros casos es, por lo general, con más papeleo, más lento, tienen mucho más temor.
Son mucho más adversos al riesgo cuando la plata viene de un fondo de fondos, tipo de un organismo multilateral, que tienen miedo de mover un dedo para allá o para acá. La plata es de mis inversores, y yo me siento junto a ellos a tomar mis decisiones, y todos saben lo que eso implica, lo que le da mucha agilidad, mucha inteligencia, y hace que el proceso sea, además, muy divertido.
Digo divertido, porque yo hago esto para divertirme. Obviamente, existe un interés de primera instancia de poder generar retornos muy importantes y atractivos para mis inversores, pero si no me divirtiese haciéndolo tampoco podría conseguir eso de generar retornos más atractivos.
Jonatan Altszul: "el desafío es encontrar nuestro modelo respetando nuestra idiosincracia, y a partir de ahí crear una compañía que sea admirable, respetable y reconocible."
Teniendo en cuenta que existe menos competencia a nivel local que en, por ejemplo, Silicon Valley, ¿hace que sea bueno para un fondo local?
Sí y no. A ver: acá, lo que existe en cuanto a sector de venture capital o capital de riesgo es lo opuesto a existir: no existe el sector en Argentina. Los volúmenes de capital que se están gestionando son bajísimos comparados con los de Silicon Valley, donde se maneja mucho más dinero, o sea que sería absurdo querer compararse con eso. Sin embargo el hecho de que no exista competencia hace más complicada la captación de fondos, porque ninguno de los vehículos que podrían movilizar capital para que gestionemos lo hace. Nadie tiene a la Argentina en el radar. Nadie tiene un sector de venture capital en la Argentina como un destino atractivo para sus fondos. Ni siquiera las AFJP locales, que por lo general son la principal fuente de financiamiento de estos fondos en el mundo.
Acá en Argentina, ni los fondos internacionales ni los fondos locales tienen presente al sector de venture capital como un destino para gestionar sus fondos, lo cual es no positivo para nosotros, porque nos dificulta el acceso a capital.
Pero desde el punto de vista de las inversiones también tiene lo bueno, porque uno no está compitiendo contra otros fondos. Uno puede ir y elegir una oportunidad de inversión. Uno está en una posición muy ventajosa para ir y poder negociar con el emprendedor porque éste no tiene demasiadas alternativas.
Si es cierto que esta realidad hace que como inversor uno pueda tener una posición fuerte para comerciar. Competimos con muy pocos otros fondos.
¿Qué objetivos tiene la empresa en el mediano y largo plazo?
Hay una visión que tenemos que tiene un componente de desarrollo a nivel nacional, donde vemos que existe una oportunidad de crear un sector de tecnología, donde para que eso suceda tiene que existir, sin lugar a dudas, un sector de capital que permita financiar el desarrollo de estas compañías para poder generarlo. Creemos que, de existir este sector de tecnología de punta, posibilitaría un cambio en el perfil productivo del país, lo que nos parece esencial.
Pensamos así porque hoy por hoy el perfil económico de Argentina está sustentado en un modelo basado en el agro y en una industria muy tradicional. No es que esté mal, pero no creo que sea negligente pensar en un modelo económico a largo plazo que se sustente en esas dos cosas. Creo que ambas cosas pueden financiar el desarrollo de un sector de tecnología de punta que es una industria de un inmenso valor agregado, no dependiente de los recursos naturales, que es autosustentable, que la veo más viable que otros modelos que son más tradicionales.
Hay que encontrar la forma de orquestar todo esto, pero dejar una economía apoyada únicamente en un modelo agroexportador e industrias pesadas tradicionales sería sub- utilizar o no desarrollarnos todo lo que podemos. Creo que hay que crear este sector de tecnología de punta, y que para que se cree este sector es importante que aparezca otro que lo financie. Nuestro interés es ser protagonistas en esta historia, y junto con eso, como visión nuestra, desarrollar nuestro modelo de Aconcagua más allá de Argentina para tener una cobertura en todos los mercados periféricos, en lugares donde todavía no se hayan desarrollado sectores de la economía basados en el conocimiento.
Recién, con este primer fondo nos alcanza para operar a nivel local, pero vemos que se originan oportunidades en otros lugares. Sí está en nuestros planes, cuando llegue el momento, generar capacidades más fuertes en otros países para poder generar una firma de alcance global.
¿En qué región ves las mejores oportunidades, más allá de los “clásicos” EE.UU. y Europa?
Más allá de dónde se concentran las mejores oportunidades, hay que ver hasta dónde podemos llegar nosotros. Está claro que en Latinoamérica es casi natural, por cuestión de cercanía cultural y geográfica. No quiere decir que se generen acá las mejores oportunidades, pero las que se generan las podemos identificar con cierta facilidad comparativa. Como no existen fondos mirando estas oportunidades, existe la posibilidad para nosotros de que seamos los primeros en encontrarlas, tomarlas y desarrollarlas.
Además de Latinoamérica, tenemos interés claro –insisto, no es éste el momento- en China, donde suceden cosas interesantes. Hoy por hoy está caro, está sobredimensionada la oportunidad, pero es innegable que hay una oportunidad que nos interesa. África, creemos que va a dar cosas, no ya, pero dentro de quince o veinte años. Quizás alguna región periférica de los países de Europa del Este.
¿Admirás o te gustaría parecerte a algún fondo de inversión extranjero?
Admirar, no admiro particularmente a nadie. Sí respeto y reconozco logros en los fondos más importantes, como Sequoia, Draper Fisher, Greylock y otros, que fueron claves en el surgimiento de las empresas que impulsaron el desarrollo de industrias desde cero. Entre los que mencioné, tenés los que financiaron Google, Apple, Hotmail, Compaq, las compañías más relevantes de la industria. No reconocer o respetar a esos fondos es casi incomprensible. No sé si decirte que los admiro porque también tienen sus cosas negativas.
En cuanto a si me gustaría parecerme a ellos, sí, me encantaría poder manejar miles de millones de dólares, me encantaría haber sido protagonista de la creación de una compañía como Google, Cisco, Intel, pero creo que el desafío acá es encontrar nuestro modelo, nuestra identidad, y respetando nuestra idiosincracia, y a partir de ahí crear una compañía que sea admirable, respetable y reconocible por todo el resto.
Fuente: SimplexIT
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