Si usted piensa de una empresa en un punto dado del tiempo, como una instantánea, todo queda fijo. La empresa está produciendo una cantidad determinada mediante el uso de una cantidad dada de insumos y los ingresos se pagan por sus precios. Todos los costos están dados o fijos. Pero si nos imaginamos el funcionamiento de una empresa durante un período relativamente corto de tiempo (como una película), podemos distinguir entre costos fijos y los que no lo son. Supongamos que se maneja una tienda de ropa. En un lapso de, digamos, uno o dos meses, es probable que el costo de alquiler de las instalaciones que usted utiliza queden fijos en el sentido de que lo que se paga como renta no depende de lo mucho que se venda o produzca. Es posible que haya firmado un contrato con el propietario durante seis meses con una alquiler y el dueño (a menos que sea muy bueno) va a cargar esos costos a usted, independientemente de lo bien que le vaya yendo en su negocio o incluso si usted decide no producen nada. Por eso, en general, el costo de alquiler se considera fijo en el corto plazo. Pero normalmente los costes laborales no son fijos porque los trabajadores pueden ser contratados y despedidos en un corto plazo por una empresa. Los costos de las materias primas (por ejemplo, tejidos comprados en el mercado al por mayor) dado que usted puede comprar más o menos de ellas en función de como le esté yendo a su negocio.
Figura 15. CM, CVMe, CMe y CT
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