Mostrando entradas con la etiqueta entrevista. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta entrevista. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de abril de 2016

Como entrar a Google sin ser mano de obra calificada



Así consiguieron trabajar en Google, y no sabían nada de tecnología

La única sede de la tecnológica en España, ubicada en Madrid, cuenta con 200 empleados. La media de edad es de 32 años


ANA TORRES MENÁRGUEZ . El País


Un grupo de trabajadores de Google en la sede de Madrid. ©Jaime Villanueva


Las preguntas extrañas en los procesos de selección de Google no son un mito. Calcular cuántas pelotas de ping pong caben en el interior de un autobús de dos plantas era hasta hace unos años una de las pruebas de lógica que el candidato debía resolver in situ frente a su entrevistador. El objetivo era analizar su habilidad para salir airoso de un problema desconocido. El tema suscitó tal interés que en 2012 el autor estadounidense William Poundstone publicó el best seller Are you Smart enough to work at Google? (en español, ¿eres suficientemente inteligente para trabajar en Google?), una guía en la que desglosaba algunos de los retos de lógica más frecuentes planteados por la tecnológica en sus entrevistas.

En abril de 2015 el máximo responsable de recursos humanos de Google, Laszlo Bock, lanzó Work Rules, un libro en el que aseguraba que ese tipo de preguntas no servían para predecir el comportamiento de los candidatos en sus futuros puestos de trabajo. En su lugar, la compañía emplearía otros métodos avalados por investigaciones para tratar de detectar las posibles reacciones de los entrevistados ante situaciones reales.

LAS CUATRO ENTREVISTAS PERSONALES PARA ENTRAR EN GOOGLE


Para acceder a los procesos de selección hay que analizar los puestos que se ofertan en la web Google Carrers y enviar los documentos solicitados. En caso de que el perfil les encaje, la primera criba se efectúa mediante una llamada telefónica en inglés.
Si el candidato supera esa prueba, pasa a la siguiente fase integrada por cuatro entrevistas personales. Cada una de ellas será conducida por un empleado de Google, normalmente el responsable del departamento del puesto ofertado, el jefe de ese empleado, alguna persona con una posición similar y otra de un departamento distinto. En cada una de estas pruebas, que las realizan empleados de diferentes nacionalidades y género, se mide una habilidad concreta:
- Googleyness: se analiza la capacidad del candidato para encajar en la cultura corporativa de la compañía. Se mide su predisposición para el trabajo en equipo o para el aprendizaje autónomo, entre otras.
- General cognitive ability: consiste en una serie de preguntas sobre posibles retos y vulnerabilidades relacionados con el mundo de los negocios para analizar la capacidad de razonar e hilar argumentos lógicos del candidato.
- Liderazgo: se centra en analizar su capacidad de movilizar al resto del equipo. Se le pregunta por situaciones concretas en las que lideró la gestión de una crisis corporativa o gestionó un equipo para resolver un problema concreto.
- Conocimiento técnico del trabajo a desempeñar: en palabras del director de recursos humanos de Google España, Javier Martín, esta cuarta entrevista es la que menos cuenta a la hora de seleccionar a un candidato.
También se puede acceder a las ofertas para la realización de prácticas en las diferentes sedes internacionales en esta web.

Hoy, esa prueba, conocida comoGeneral Cognitive Ability, sigue siendo parte del proceso, pero ahora está más enfocada a la realidad del mundo de los negocios, explica Javier Martín, director de recursos humanos deGoogle España. Preguntar cuántos aviones sobrevuelan el cielo de Madriden hora punta es una de las opciones. “No se busca una respuesta exacta, sino ver cómo piensa y razona el candidato y su capacidad para identificar las variables. En el caso de los aviones, puede hacer referencia al número de compañías aéreas que operan en el país o a las conexiones del aeropuerto de Barajas”, apunta Martín.

Quienes se plantean incorporarse a Google, tienen que saber que no hace falta ser un experto en tecnología. "Hay muchos graduados que no se presentan a los procesos de selección por ideas preconcebidas que no son ciertas. No contratamos solo a ingenieros informáticos ni a frikis de la tecnología", añade el director de recursos humanos. Cada año la tecnológica recibe a escala internacional una media de 2,5 millones de inscripciones a sus ofertas de empleo.

Imprescindible es tener un buen dominio de inglés, de hecho la primera entrevista es telefónica y en ese idioma. “Una de nuestras normas es que la nacionalidad del entrevistador debe ser distinta a la del candidato”, señala Martín. Los 200 empleados de la sede de Google en España, que abrió sus puertas en 2005 en la planta 26 del rascacielos Torre Picasso en Madrid, realizan más del 50% de sus comunicaciones diarias en inglés.

En Google no se entra enviando el currículum y llamando insistentemente a sus oficinas. Solo se puede optar a las vacantes que oferta la compañía en la web Google Careers, en la que se pueden hacer búsquedas personalizadas y filtrar por ciudad o departamento.

Además de las famosas instalaciones con salas provistas de hamacas para el descanso, futbolines y comida gratuita en cualquier momento del día, en Google se pueden realizar estancias de tres meses en cualquiera de sus 70 sedes internacionales, localizadas en 40 países, o pedir el traslado. En 2015, el 10% de la plantilla de España optó por esa opción. "Incentivamos a los empleados a que cada dos años cambien de rol y para ello les formamos constantemente. Cada trabajador recibe al menos 10 horas de cursos al mes. Avanzan al ritmo de la tecnología", asegura Martín.

El perfil de cuatro trabajadores españoles de la sede de Madrid demuestra que se puede acceder con una licenciatura de letras o sin apenas conocimientos de tecnología. Estas son sus historias.


Fran Ruiz (49 años), director de relaciones internacionales


Nunca pensé que lo conseguiría; soy de letras puras


El 24 de agosto de 2006, la portada de The Economist le hizo replantearse su carrera. El tema de apertura Who killed the newspaper (en español, quién mató al periódico) vaticinaba el fin del periodismo impreso en 2043. Tras más de 19 años como periodista en varios medios nacionales, Fran Ruiz decidió ampliar su perfil profesional. Dos años más tarde, se matriculó en un curso de economía y gestión de empresas de laUniversidad de Yale, en Estados Unidos, de tres meses de duración. Pidió permiso a su periódico, en ese momento la Gaceta de los Negocios, y la empresa se hizo cargo del coste de matrícula, unos 4.500 dólares, y le mantuvo el sueldo durante la estancia.

Ese viaje cambió su rumbo. Le fichó una consultora italiana de relaciones internacionales para su sede de Madrid y un año y medio después fue seleccionado por Google. "Pasé siete entrevistas y en ninguna de ellas me hicieron preguntas raras. Se centraron en analizar mi capacidad de resolución de problemas y de liderazgo", cuenta. No se esperaba de él que tuviese nociones básicas de programación ni que supiese cómo gestionar los productos de la compañía.

"Hay que creer en uno mismo y ponerse las pilas con los idiomas, eso es lo más importante", recalca Ruiz, que acaba de cumplir seis años en Google, durante los que ha realizado estancias temporales en las sedes de California, Londres, Dublín y París. "En esta empresa te avalúan cada seis meses en función de los objetivos que alcanzas, son muy exigentes pero se preocupan mucho de tu crecimiento profesional".


Miquel Trías (32 años), analista



No lo había intentado antes porque no soy graduado en Informática


"La escala temporal en Google es totalmente diferente a la de otras empresas. Cada seis meses hay cambios y tu ritmo de aprendizaje es brutal". Miquel Trías, que se incorporó a la tecnológica hace tres años, es graduado en Física y el primer estudiante de doctorado de ondas gravitacionales en España. "Google siempre había sido el top, pero no lo había intentado antes porque pensaba que solo entraban informáticos".

Tras finalizar el doctorado, cursó un máster en dirección de empresas. "Me di cuenta de las pocas posibilidades que brinda España para la carrera investigadora y tomé otro camino", explica.

De las entrevistas en Google recuerda que no se centraron en sus conocimientos específicos, sino en su capacidad resolutiva. "Durante los cinco años de carrera aprendí a enfrentarme a problemas complicados y a diseñar soluciones creativas. De eso va la física y eso fue lo que valoraron". En la sede de España la mayoría de empleados se dedica a la parte de estrategia de negocio digital, y Miquel ya tiene la vista en Estados Unidos, donde se concentran la mayoría de departamentos de innovación. "En un par de años me gustaría sumarme al equipo de inteligencia artificial".


Anaïs Pérez (32 años), directora de comunicación



No tenía experiencia en el campo tecnológico


A Anaïs Pérez la seleccionaron para unas prácticas en el departamento de comunicación de Google apenas unos años después de su graduación. Era 2007 y habían pasado dos años desde la apertura de la sede de la tecnológica en Madrid. "No tenía experiencia en el campo tecnológico, pero buscaban a alguien que entendiese cómo funcionan los medios tradicionales y que supiese crear contenidos noticiables".

Tras licenciarse en Periodismo por la Universidad Carlos III, realizó prácticas en Telecinco y la Cadena Ser y dio el saltó a México gracias a una beca del Banco Santander. Se incorporó durante un año a un periódico local de Tehuacán. "Mi principal reto cuando llegué a Google era traducir un lenguaje y unos conceptos ininteligibles para los periodistas". Siete años y medio después, fue nombrada directora de comunicación.

Durante la carrera, Anaïs mejoró su inglés con dos estancias de tres meses en Irlanda y Londres. "Cuando entras en Google el ritmo de aprendizaje del inglés se multiplica y en pocos meses eres perfectamente capaz de comunicar cualquier asunto".


Carmen García (32 años), manager de cuentas estratégicas



Tenía que reinventarme y encajé en Google


El perfil de Carmen García destaca por su experiencia internacional. Graduada en Ingeniería Industrial por ICAI, cursó un MBA en la India y trabajó durante más de un año en la banca en Nueva York. "Por cuestiones personales regresé a Madrid y decidí intentarlo en Google".

Carmen cree que la seleccionaron por su experiencia en el campo de los negocios y por su espíritu de reinvención. En su currículum también constaba un año y medio de trabajo en una startup y casi dos años en la consultora Deloitte. "En la carrera de ingeniería falta formación en negocio, es la carencia de casi todos los ingenieros", opina. A diferencia del resto de empresas en las que ha trabajado, cree que en Google se fomenta el cambio de rol y la puesta en marcha de nuevas ideas sin miedo al fracaso. "Te permiten arriesgar. Su filosofía es la de probar y medir los resultados. Es muy difícil caer en la monotonía o aburrirse".

viernes, 23 de agosto de 2013

Simonyi: La frontera final del software

Software's Final Frontier: A Conversation With Charles Simonyi

An extended version of an interview from the September Atlantic
The Atlantic

Charles Simonyi sets off on a space tourist trip in April 2007. (Shamil Zhumatov/Reuters)

JF: You are a longtime pioneer at Microsoft and elsewhere. What was the basic idea that made you think you needed to take a different path in software development?
CS: It came from looking at the gap between what the hardware made possible and what was achieved by the software. If you look at the growth in hardware, it has been astounding. Of course everyone knows about Moore's Law and the exponential increase in computing capacity. The increase in storage capacity joined that, and the bandwidth between the computers also followed that exponential curve. And that created some incredible improvements in our lives, but if you look at it just with cold eyes, the gap has been widening between the possibilities and the realities. You must remember, too, when 2001 came out--
JF: Yes, it would've been 1969 or '70.
CS: I was just looking at the implied use of computers and displays in that film, and it was literally quite right, especially in the sequences when they were going to the moon. The displays in the cockpit there were very much like the displays that you see in the cockpits today. Hollywood seems to be ahead of the curve of showing the capabilities.
Also, if you look at game improvement, starting with Pong and going to modern games like Halo, the detail and the excitement that you get is just tremendous. We have more memory than we can shake a stick at, which is wonderful. At home I'm moving all my DVDs to disc. And all my photos -- not only the present photos, but the past photos. And my CDs--everything is going on a disc. And the displays! Remember when Bill Gates was building his house?
JF: Yes.
CS: Of course there was this dream that he would be showing art on his walls on displays. We were kind of envious: "Oh my God. He is so rich that he can have a display just for art." And in fact, in his house, in many places, there was a double wall. You had a walkway behind the walls to accommodate the displays, which were four or five feet deep and required heating and cooling and everything else. Today, displays--I've just been to a Rolling Stones concert and they had like a 100-foot display. And go to Times Square and there are skyscrapers whose only purpose is to carry a display on their windows.
This all has to be activated by software. We have some terrific new applications, and in that I include search engines Google and Bing, and, of course, the Microsoft Office suite. The potential is much, much greater than that. And it really has to do with involving knowledge or encoding knowledge in a deeper way. That's basically the reason I thought that a different path was needed.
JF: If the potential of software had been realized the way other potentials have been realized, how would our lives be different now?
CS: I think that the basic answer is that nobody would be doing routine, repetitive things. Think of how many times you go to a new Web site, and after you've formed that intention and made the decision, the rest is routine and repetitive. Look at health care and the incredible number of repetitive and routine actions you have to take as a patient.
Amazon has been applying a sort of rationalization and organization to a wider area of retail--but the elimination of routine activities from your life is the main thing we have missed. I think what will happen is that the concept of what's routine--and therefore avoidable--will expand. For example, making appointments, maintaining your calendar. Better software will definitely get into those areas.
JF: One other backward-looking question: As you try to explain the differential rates of progress in hardware versus software, is it a failure of effort or are the problems of software intrinsically harder?
CS: It's the latter. I sometimes call software "distilled complexity." Hardware is actually quite a bit simpler. It's this fairly simple logical divide. The same thing is true for printers. For example, I often show a slide that shows the inside of a teletype from the 1960s--you know if you look at an old James Bond movie and you can see the Telex machine making the noise in the corner. And if you look at those Telex machines, how complicated they were, and you look at a modern inkjet printer and open it up and there are practically no moving parts in it, you know there's the head, and there's the band that pulls the head along, and that's about it.
The other example I use is the Merganthaler linotype machine.
JF: Yes, I actually set hot lead on the college newspaper on one of those things.
CS: These were wonderful, wonderful machines. But, you know, they were expensive. They were dirty.
JF: And because they were complex, they broke, too.
CS: They broke, and that added to the expense of having to fix them. So what we've done now is, in a way, we've swept the room. We've swept the complexity into this thing, which is the software, and then we could afford to super-optimize the hardware.
JF: It's all sort of standard performance indices as opposed to basic architecture.
CS: Right. Nobody cares anymore because that's not where the action is. Certainly, for example, when you talk about memory--talk about simplicity! What's simpler than memory? There's an address and there's a bit there, and it had better get the bit back. It's either a 1 or a 0, and if I put a 1 there, I want a 1 back, and if I put a 0 there, I want a 0 back. And then do this as many times as you can, as fast as you can. That's it. End of specs. And that's why chip manufacturing moved completely out of the U.S. because it's--
JF: --Sort of purely execution.
CS: Execution, yeah.
JF: As you think of the software of right now, of 2013, which part of the software that people interact with are you most impressed by, for its incorporation of intelligence? Which one most annoys you for its lack of intelligence? And 10 years from now, what will be the most dramatic change for people?
CS: I think that just in terms of usefulness and the incorporation of intelligence, the simple task of spell-check is very impressive, actually. The statistical translations are getting surprisingly useful for purposes that people use them for. When you go to Wikipedia and misspell a name, for example, you will get very, very good suggestions, and you get there very quickly even from limited context and hits. I think that's amazing, and I'm in awe of that.
In terms of annoyance, I will tell you that what annoys me the most is consumer electronics. Consumer electronics is the most pathetic piece of--
JF: Crap?
CS: Your word!--that is foisted on us. The worst part of consumer electronics are the remotes. I go to a place, be it someone's home or a hotel room, and I'm faced with four remotes, none of which are labeled, and each one has about 50 buttons on it. None of those buttons have anything to do with anything I would like the display to be used for. Anyway, enough of the rant.
JF: Yes, I think everyone would recognize that. So is that where you think we'll see the most embedded intelligence in five or 10 years or in some other area?
CS: I think that it will be completely rationalized. The interesting thing about that is that there really doesn't need to be that much knowledge turned into it. It's covered by my phrase of "repeated activity": You don't want routine, repeated activity. I think that's where the intelligence will come in. It will be in health care and, generally, the organization of your life.
In some sense, everybody has a secretary available in terms of word processing and in terms of e-mail. We don't send faxes. We don't ask somebody to fax things. We don't ask somebody to create or send a letter. We can do it ourselves conveniently. But, for example, in terms of organizing our lives, we don't have a secretary who knows everything and can make obvious judgments without asking us, follow up on things--all of those tasks that a good executive secretary would be doing. I think that will be available in five or 10 years. It will be an app.
JF: God willing. I know that part of your team with David Allen is working toward this goal, right?
CS: Absolutely. Well, let me say a qualified yes. The cooperation with David Allen has to do with, of course, getting things done, which is a subset of that. You of course know everything about that. But it's a self-generated portion of your life--you still make the decisions. The human need is to be happy and be served, but the theoretical, technical need is to encode things in an intentional way so that computers can act on them.
JF: In various fields of expertise, whether it's aviation or genetics research or professional sports or art, there are things insiders know are difficult that people on the outside world don't recognize as being difficult. What is the underappreciated hard part of the work you and your company are trying to do now?
CS: I want to say facing up to complexity, but we don't do that. We are trying toexpress complexity. We have to leave behind some of the established patterns, but we have to kind of find this narrow sweet spot where we leave behind some of the patterns that got in the way as things evolved. So it's going forward in an uncertain path with a careful mix of renewal and conservation. We also retain those patterns that not only served us well in the past but will serve us well in the future.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Financiamiento: Aconcagua Ventures

Aconcagua Ventures, capital de riesgo para la tecnología


Jonatan Altszul es emprendedor e inversor. Hace unos dos años, fundó Aconcagua Ventures, firma que se dedica a la inversión de capital de riesgo en empresas de tecnología, argentinas o regionales.

Su idea era “replicar la experiencia que tuvimos con Core Security Technologies (empresa de soluciones de seguridad, de la que fue fundador y CIO), de construir una compañía de tecnología de punta que tenga origen en Argentina y que pueda capitalizar las ventajas locales para lograr negocios de alcance global”.

¿Cuánto dinero invierte el fondo de Aconcagua Ventures?
Manejamos un total de U$S 5M. Eso es pequeño. U$S 5M es poca plata, pero para lo que nosotros queremos hacer es suficiente. Nosotros entramos en estadios muy tempranos, con rondas que van desde los U$S 100,000 hasta U$S 1M. Ese es el tipo de monto que pensamos invertir en nuestros deals. Para armar nuestro primer fondo, es un monto razonable. Nuestro plan a futuro es poder levantar un fondo más grande.

¿Cómo es ser un fondo de inversión de riesgo en Argentina?
Mirá, a la escala en que nos movemos nosotros, que es muy chica para lo que es el manejo de capitales a nivel internacional, todos estos vaivenes económicos y demás mucho impacto no deberían tener; al menos, hasta ahora no los hemos sufrido. El cierre de nuestro fondo es muy reciente.
La dinámica no debería verse demasiado afectada. Nosotros buscamos emprendedores con buenas ideas, buenos equipos de gestión, mercados interesantes, y cuando los encontramos tratamos de entender qué les falta, qué deberían tener para convertirse en compañías exitosas. Insisto, como nosotros invertimos en compañías en estadios muy tempranos –incluso, en compañías que todavía no existen, que es nada más que un emprendedor con una idea- estos vaivenes macroeconómicos mucho no nos afectan.

¿De dónde proviene el dinero para invertir?
El fondo de Aconcagua se cerró con un grupo de individuos argentinos y uruguayos que aportan de su propio patrimonio, y que tienen la voluntad de querer invertir en este tipo de proyectos de algo riesgo y lo hacen comprometiendo su propio capital. No tenemos participación de ningún organismo multilateral, como puede ser el BID o el FMI, y de ninguna agencia institucional o gubernamental.
Repito: básicamente, son individuos. Lo cual le da una dinámica muy interesante al fondo, ya que al estar ellos involucrados personalmente se pueden tomar decisiones de una manera muy ágil y aportan muchísimo valor, mientras que en otros casos es, por lo general, con más papeleo, más lento, tienen mucho más temor.
Son mucho más adversos al riesgo cuando la plata viene de un fondo de fondos, tipo de un organismo multilateral, que tienen miedo de mover un dedo para allá o para acá. La plata es de mis inversores, y yo me siento junto a ellos a tomar mis decisiones, y todos saben lo que eso implica, lo que le da mucha agilidad, mucha inteligencia, y hace que el proceso sea, además, muy divertido.
Digo divertido, porque yo hago esto para divertirme. Obviamente, existe un interés de primera instancia de poder generar retornos muy importantes y atractivos para mis inversores, pero si no me divirtiese haciéndolo tampoco podría conseguir eso de generar retornos más atractivos.



Jonatan Altszul: "el desafío es encontrar nuestro modelo respetando nuestra idiosincracia, y a partir de ahí crear una compañía que sea admirable, respetable y reconocible."

Teniendo en cuenta que existe menos competencia a nivel local que en, por ejemplo, Silicon Valley, ¿hace que sea bueno para un fondo local?

Sí y no. A ver: acá, lo que existe en cuanto a sector de venture capital o capital de riesgo es lo opuesto a existir: no existe el sector en Argentina. Los volúmenes de capital que se están gestionando son bajísimos comparados con los de Silicon Valley, donde se maneja mucho más dinero, o sea que sería absurdo querer compararse con eso. Sin embargo el hecho de que no exista competencia hace más complicada la captación de fondos, porque ninguno de los vehículos que podrían movilizar capital para que gestionemos lo hace. Nadie tiene a la Argentina en el radar. Nadie tiene un sector de venture capital en la Argentina como un destino atractivo para sus fondos. Ni siquiera las AFJP locales, que por lo general son la principal fuente de financiamiento de estos fondos en el mundo.
Acá en Argentina, ni los fondos internacionales ni los fondos locales tienen presente al sector de venture capital como un destino para gestionar sus fondos, lo cual es no positivo para nosotros, porque nos dificulta el acceso a capital.
Pero desde el punto de vista de las inversiones también tiene lo bueno, porque uno no está compitiendo contra otros fondos. Uno puede ir y elegir una oportunidad de inversión. Uno está en una posición muy ventajosa para ir y poder negociar con el emprendedor porque éste no tiene demasiadas alternativas.

Si es cierto que esta realidad hace que como inversor uno pueda tener una posición fuerte para comerciar. Competimos con muy pocos otros fondos.

¿Qué objetivos tiene la empresa en el mediano y largo plazo?
Hay una visión que tenemos que tiene un componente de desarrollo a nivel nacional, donde vemos que existe una oportunidad de crear un sector de tecnología, donde para que eso suceda tiene que existir, sin lugar a dudas, un sector de capital que permita financiar el desarrollo de estas compañías para poder generarlo. Creemos que, de existir este sector de tecnología de punta, posibilitaría un cambio en el perfil productivo del país, lo que nos parece esencial.
Pensamos así porque hoy por hoy el perfil económico de Argentina está sustentado en un modelo basado en el agro y en una industria muy tradicional. No es que esté mal, pero no creo que sea negligente pensar en un modelo económico a largo plazo que se sustente en esas dos cosas. Creo que ambas cosas pueden financiar el desarrollo de un sector de tecnología de punta que es una industria de un inmenso valor agregado, no dependiente de los recursos naturales, que es autosustentable, que la veo más viable que otros modelos que son más tradicionales.
Hay que encontrar la forma de orquestar todo esto, pero dejar una economía apoyada únicamente en un modelo agroexportador e industrias pesadas tradicionales sería sub- utilizar o no desarrollarnos todo lo que podemos. Creo que hay que crear este sector de tecnología de punta, y que para que se cree este sector es importante que aparezca otro que lo financie. Nuestro interés es ser protagonistas en esta historia, y junto con eso, como visión nuestra, desarrollar nuestro modelo de Aconcagua más allá de Argentina para tener una cobertura en todos los mercados periféricos, en lugares donde todavía no se hayan desarrollado sectores de la economía basados en el conocimiento.
Recién, con este primer fondo nos alcanza para operar a nivel local, pero vemos que se originan oportunidades en otros lugares. Sí está en nuestros planes, cuando llegue el momento, generar capacidades más fuertes en otros países para poder generar una firma de alcance global.

¿En qué región ves las mejores oportunidades, más allá de los “clásicos” EE.UU. y Europa?
Más allá de dónde se concentran las mejores oportunidades, hay que ver hasta dónde podemos llegar nosotros. Está claro que en Latinoamérica es casi natural, por cuestión de cercanía cultural y geográfica. No quiere decir que se generen acá las mejores oportunidades, pero las que se generan las podemos identificar con cierta facilidad comparativa. Como no existen fondos mirando estas oportunidades, existe la posibilidad para nosotros de que seamos los primeros en encontrarlas, tomarlas y desarrollarlas.
Además de Latinoamérica, tenemos interés claro –insisto, no es éste el momento- en China, donde suceden cosas interesantes. Hoy por hoy está caro, está sobredimensionada la oportunidad, pero es innegable que hay una oportunidad que nos interesa. África, creemos que va a dar cosas, no ya, pero dentro de quince o veinte años.  Quizás alguna región periférica de los países de Europa del Este.

¿Admirás o te gustaría parecerte a algún fondo de inversión extranjero?
Admirar, no admiro particularmente a nadie. Sí respeto y reconozco logros en los fondos más importantes, como Sequoia, Draper Fisher, Greylock y otros, que fueron claves en el surgimiento de las empresas que impulsaron el desarrollo de industrias desde cero. Entre los que mencioné, tenés los que financiaron Google, Apple, Hotmail, Compaq, las compañías más relevantes de la industria. No reconocer o respetar a esos fondos es casi incomprensible. No sé si decirte que los admiro porque también tienen sus cosas negativas.
En cuanto a si me gustaría parecerme a ellos, sí, me encantaría poder manejar miles de millones de dólares, me encantaría haber sido protagonista de la creación de una compañía como Google, Cisco, Intel, pero creo que el desafío acá es encontrar nuestro modelo, nuestra identidad, y respetando nuestra idiosincracia, y a partir de ahí crear una compañía que sea admirable, respetable y reconocible por todo el resto.

Fuente: SimplexIT





martes, 15 de noviembre de 2011

Estudio de caso: Cuevana


01.11.2011 | 16:56

La historia detrás de Cuevana

A los 20 años, entre fernets y capítulos de Lost, Tomás Escobar creó un monstruo desde su habitación de estudiante en Córdoba; ahora, después de perder en el camino a dos amigos, quiere ser parte de la industria del entretenimiento.




Por Pablo Plotkin
En un café de la zona de las facultades, una mañana de primavera, Tomás Escobar es la versión geek de un vendedor de tónicos para la juventud eterna. Durmió poco, se pasó la noche rediseñando la interfaz de Cuevana y reescribiendo el código para que el sitio no colapse. El tráfico crece a razón de un veinte por ciento mensual, con un récord diario de dos millones de visitas. A esta hora, tiene la cara tan pálida como el culo de Mark Zuckerberg, pero aun así, con 22 años y una adorable tonada sanjuanina, le queda medio tanque de energía para diseminar su fe.
Tal vez no sea un entrepreneur carismático, pero tampoco es un nerd sin ángel. En estos últimos meses, después de abandonar los estudios de Ingeniería en Sistemas en Córdoba y mudarse a Buenos Aires, la popularidad de su plataforma lo dotó de una evidente confianza en sí mismo. A eso le sumó un poco de asesoramiento legal y unas cuantas dosis de literatura emprendedora 2.0. Habla del diferencial de la "experiencia Cuevana" y asegura que los sitios valen por sus comunidades (en su caso, habría que valuarlo en millones de dólares). Dice que está pactando acuerdos con señales de cable, productoras y un importante organismo estatal. "La idea es convertir a Cuevana en una empresa internacional con base en el país", comenta este fan de Arcade Fire que maneja su negocio (al que él llama prudentemente "hobby") desde una MacBook Pro en el departamento de un amigo, en un edificio de la calle Anchorena, donde duerme de prestado hasta tanto se consiga una vivienda en la ciudad.


Esta es una historia que mezcla fascinación tecnológica, adicción a las series, amistad adolescente, dólares frescos, inocencia interrumpida, acusaciones de traición y peleas sin sangre. El kilómetro cero del relato es Nueva Córdoba, el distrito universitario como un improbable Silicon Valley on fernet, o un lugar donde, se supone, nadie está pensando el rumbo cultural de la época, excepto un par de pibes que absorbieron intuitivamente la visión de futuro, sin delirios de grandeza ni dilemas filosóficos. Una generación bendecida con una confianza ciega en sus percepciones, y con una capacidad delirante para convertir las propias necesidades cotidianas en demanda masiva. La época la están haciendo estos iluminados rasos.
Hablamos de una de las veinte plataformas argentinas más visitadas de Internet, y la más exitosa de América latina en su rubro. El lugar al que vamos cuando queremos ver el último capítulo de True Blood Mad Men en buena resolución y con subtítulos en castellano. Y un invento atravesado por debates silenciosos sobre propiedad intelectual, legislación y nuevos modos de distribución de mercancía cultural. "Cuevana es un emergente creado más por los usuarios que por sus fundadores", dice Julián Gallo, editor del sitio Mirá! "La industria no respondió a tiempo a la madurez tecnológica de los televidentes. La gente tuvo que hacerlo."
En un rincón del bar desierto, frente a la primera Pepsi del día, Tomás Escobar encarna el discurso opuesto a los anarco-hackers de Anonymous, por ejemplo, los que prometen destruir Facebook por negociarle a las corporaciones la información del pueblo. Ni siquiera tiene el tono jactancioso y provocador del primer Zuckerberg, el que decía que los capitalistas venían a robarle sus ideas revolucionarias. Tomás ejerce la prédica del adaptado. Sabe que se ha movido al filo de la ley, pero también entiende que lo que le explotó en las manos es grande. Hijo de un contador que ejerce de empresario, está asesorado y quiere ser parte del establishment de los nuevos medios. Así resume su estrategia: "Cuevana captó la demanda de los usuarios. Ahora el objetivo es que se retroalimente con el cine. Crear un nuevo modelo de negocio".
Para algunos, la cosa no es tan sencilla. "En tanto negocio, la plataforma es ilegal", dice Mariano Amartino, de Überbin I/A, una consultora de estrategias en Internet. "Ni lo analizo en lo moral o como emprendedorismo. Esto es lucro con la reproducción pública de obras sobre las que no tienen derechos. Punto." Andrés San Juan, abogado especialista en este tipo de conflictos y representante de los Taringa! (procesados por una demanda de la Cámara del Libro), no está de acuerdo: "Ellos no hacen la copia ni la distribuyen; la facilitan. Puede que Cuevana sea parte de la cadena, pero no hay delito ahí".
La coartada legal de Cuevana (que hasta ahora no recibió ni una intimación judicial) se basa en que el sitio no descarga ni aloja los contenidos: funciona como un exhibidor de material bajado en otras partes. Desde el punto de vista técnico, lo que Cuevana pone a disposición es el link. "El link es sagrado", dice Beatriz Busaniche, wikipedista y militante de Vía Libre, una agrupación que pelea por un cambio en la ley de propiedad intelectual. "Si van contra el link, no queda nada en Internet." Sólo que, en el caso de Cuevana, gracias a un detalle sustancial de programación, el link se consume en casa. "Esto es algo comercialmente fabuloso -dice el periodista y desarrollador web Nacho Román-, pero no guarda relación con el espíritu descentralizado y abierto original de la web." O sea que el punto sensible de la discusión bien puede ser ético. "Cuevana hoy no es un negocio", se defiende Escobar. "Podría serlo, pero desde hace unos meses limité la publicidad al mínimo para pagar abogados y servidores [un gasto de miles de dólares al mes, para ese tráfico]."
Una máxima de la época reza que el copyright es el petróleo del siglo XXI. La batalla cultural y económica pasará en buena medida por el modo en que se definan las reglas de distribución de los bienes simbólicos. Para muchos, las restricciones de derechos de autor están pensadas para regir una época en que el tráfico de información era arduo y escaso. Sería momento de adaptar las reglas a esta era de inmediatez e hiperabundancia. Juan Suárez, del blog Derecho a leer -parte del movimiento global Copyleft-, lo explica así: "Lo que nos preocupa es que fuercen los tipos penales para perseguir a alguien cuya actividad no está tipificada como delito en la letra de la ley. Que no se tomen medidas que, como efecto colateral, afecten la libertad de expresión en Internet".
El mainstream opta por el silencio, el repudio (los voceros de Fox, por ejemplo, se niegan a opinar sobre un sitio al que consideran "pirata") o la serenidad. Jonathan Friedman, del videoclub online Netflix (que acaba de desembarcar en Argentina), ante la pregunta de por qué alguien pagaría por algo que ya obtiene sin costo, respondió: "Todos podemos conseguir agua gratis y sin embargo mucha gente sigue optando pagar por el agua en botella, porque es seguro y conveniente. Así y todo, siempre habrá personas que tomarán agua de la canilla".



Detrás del debate legal, económico y cultural hay una historia pequeña que podría ser la nueva Teoría del Big Bang del interior argentino. Tomás Escobar creó su primera página web a los 14 años, cuando cursaba octavo grado en la Escuela Modelo de San Juan. Le gustaban las computadoras y los libros de Harry Potter, la fantasía de un mundo plagado de heroicos magos adolescentes y hechiceros entregados al lado oscuro de la fuerza. En la Pentium 3 que tenía en su casa, y sin la más mínima experiencia en programación, creó HarryFanaticos.com. "Era maquetación web con páginas prediseñadas", recuerda hoy. "La sostuve tres años, la fui perfeccionando, y en la última etapa se hizo más conocida: tenía algunos miles de visitantes por día. La experiencia me enseñó a programar. Pero de pronto me di cuenta de que era adolescente y no podía seguir con la página de Harry Potter."
Mientras bosquejaba una novela fantástica ambientada en la Edad Media ("onda El señor de los anillos, aunque sin elfos, enanos ni nada de eso"), comenzó a armar juegos en Flash. "Todo entre amigos. Tenía una idea y la plasmaba. Me inspiraba en cosas que ya jugáramos entre nosotros. En clase, cuando estábamos aburridos, jugábamos a La Batalla Naval entre tres. Así que después lo convertí en juego de computadora: La Batalla Trinaval."
La adolescencia de Tomás está llena de esa clase de modestas conquistas nerds. Pero él no tenía el perfil clásico de genio de las matemáticas que distingue a los programadores exitosos. Lo de Tomás era una mezcla de aburrimiento, pasión por las realidades paralelas, deseo de socializar y gusto por el diseño, aunque reconoce que no es demasiado talentoso para eso. Cuando terminó el secundario y se mudó a Córdoba para estudiar Sistemas; estaba claro que lo que lo hacía vibrar era inventar plataformas. No tenía un plan, pero sí esa extraña claridad individualista y a la vez comunitaria propia de los pibes que madrugaron la era de las redes sociales.
En Nueva Córdoba, se instaló en la casa de un par de estudiantes sanjuaninos amigos de la familia. Le dieron un cuarto de tres por dos en un entrepiso que daba a la terraza. "En invierno me cagaba de frío", rememora. Apenas le entraban la cama y el escritorio con su MacBook. En septiembre de 2007, durante el primer año en la facultad, creó LigaDT, un juego de management futbolístico. Además de las variables clásicas (aptitudes de los jugadores, gestión de presupuesto, apuestas), Tomás le había sumado algunos detalles de color local, como la relación con la barra brava y la prensa. "Jamás promocioné el sitio más que por msn, no tenía plata para hacerlo, pero participaban un par de miles de usuarios de América latina." LigaDT estuvo online hasta el año pasado, pero por falta de tiempo para moderarlo terminó dándolo de baja.
Sin embargo, ese éxito en escala lo convenció de que sus plataformas eran amigables para una gran cantidad de personas. Y también entendió que el hobby que había empezado en su habitación de San Juan podía darle algunos dividendos. En 2009, mientras cursaba la carrera a media máquina, la vida social de Tomás se centraba en el barrio universitario. Entre sus mejores amigos estaban David Fernández y Mario Cardosio, dos compañeros del secundario que también se habían ido a estudiar a Córdoba. Se juntaban a comer, a ver partidos y también a seguir las series del momento: Lost, House, Two and a Half Men. La fuente de descarga era por lo general Darkville, un sitio mexicano desde el que se bajaban las temporadas y, por separado, buscaban los subtítulos. Para las películas, como casi todo el mundo, apelaban a los torrents. En esas sesiones de video on demand apareció la idea de crear una plataforma que se ajustara a sus necesidades como usuarios. "Así como a algunos se les da por armar una banda -dice David-, nosotros queríamos empezar juntos un sitio web."
Tomás, que era el único que sabía cómo desarrollarlo, diseñó en una noche "una versión mejorada" de Darkville, "para verlo más ordenado y lindo". Trató de contactarse con los mexicanos, pero al no obtener respuesta, decidió seguir por las suyas, rastrillando información de código abierto. En la primera semana de septiembre terminó "el piloto" de Cuevana con un episodio de The Mentalist a modo de prueba. La elección del nombre, una clave del éxito, surgió a partir de un raíd de búsqueda de dominios que no estuvieran registrados. Pensando en capitales del mundo, Tomás llegó a La Habana y la deformó hasta dar con ese neologismo abstracto que sugiere alguna especie de lugar mitológico, entre rupestre y femenino. Al igual que Taringa!, Cuevana es un término que sólo alude a sí mismo. "Decís Cuevana y de lo único que podés estar hablando es de este sitio", resume Escobar.
El núcleo fundador (eran cuatro, aunque uno de ellos se abrió a los pocos meses) compartió la nueva plataforma con sus contactos. Más allá de su diseño ordenado, la ventaja que ofrecía Cuevana era la posibilidad de visualizar de una manera simple los contenidos en un mismo lugar. A diferencia de sitios como The Pirate Bay, que obligan al usuario a navegar hacia otras playas, el plug-in que emplea Cuevana está diseñado para permanecer allí mientras el sistema descarga el material desde Megaupload, Bitshare o FileFactory. Esa centralización, negativa para muchos libertarios de la web, fue decisiva para que Cuevana se hiciera masivo. En los primeros meses ya contaban miles de usuarios, primero en San Juan, después en Córdoba, Buenos Aires, Chile... "Cada uno seguía los pasos desde su máquina, convertíamos videos, los indexábamos, comentábamos", recuerda David. "Aportábamos en partes iguales para costear los gastos de servidor. Usábamos internet local: subir una película nos llevaba entre cuatro y cinco horas. Mi PC directamente no se apagaba."
En febrero de 2010 vieron las primeras ganancias por publicidad. Los servidores, que empezaban a ser una flota, ya se pagaban solos. "2010 fue el mejor año", dice David con una nostalgia prematura. "Cuevana empezó a crecer muy firme, necesitábamos ampliarnos todo el tiempo, teníamos nuestras ganancias y la pasábamos realmente bien. Empezamos a tomarnos las cosas en serio." Se sumaron colaboradores de otras ciudades (que cobraban las regalías de las fuentes de descarga), a la vez que los usuarios engrosaban el catálogo.
Para el tridente de Cuevana, Nueva Córdoba era una "pensión gigante" donde todo pasaba a una velocidad inesperadamente alta. Desde las ventanas de sus casas veían pasar a los estudiantes con sus mochilas y sentían que estaban en el lugar perfecto. "Era como un campus universitario", recuerda David. Los sábados, antes de ir a bailar, hacían una mezcla de previa y "reunión corporativa". Cenaban juntos y, en la sobremesa, entre fernet y fernet, soñaban con convertir a Cuevana en una empresa digna de Palo Alto. Los dólares sobrantes servían para financiar las trasnoches. Era todo "un festival carioca". Pero la época dorada de Cuevana como una aventura de amigos no duraría demasiado.
Tomás, en tanto autor intelectual y líder del proyecto, se pasaba noches sin dormir cada vez que el sitio se caía por la crecida de tráfico. La recompensa era un cierto aura de estrella geek en los pabellones de la facu. Un día lo entrevistaron para el noticiero local y, a la mañana siguiente, una profesora lo señaló entre todos los alumnos y le dijo: "Ayer te vi en televisión...". Pero el muchachito sentía que estaba solo al frente de la operación. "Los problemas llegaron en el verano de 2011", recapitula David. "Tomás nos tiró que él creía merecer más porcentaje que nosotros. «Acá se empieza a ir todo al carajo», pensé yo. Y así fue. Tomás viajaba cada vez más seguido a Buenos Aires, no contestaba las llamadas, no respondía en el chat. Me sentí traicionado y decepcionado. Nosotros no éramos meros colaboradores: fuimos cofundadores de Cuevana. ¿Dónde está la línea que separa la amistad de los negocios?" Tomás dice que el distanciamiento no tuvo nada que ver con las ganancias (que hasta ese momento, según indica David, alcanzaban para "mantener a una familia completa"). "El altercado se produjo por el control del sitio", dice Escobar. "Yo era el único que aportaba y trabajaba en el desarrollo. No había una sinergia en el grupo; lo lógico era que cada uno siguiera su camino."
En el otoño pasado Tomás se instaló en Buenos Aires y empezó a planificar la conversión. El sitio tenía que afrontar esta nueva etapa profundizando el concepto de red social e intentando revertir su imagen piratesca. Limitó el servicio al streaming (antes se podían almacenar los contenidos) y controló que no se indexaran películas que todavía estuvieran en cartel. El arribo de competencias legales como Netflix lo obligó a un nuevo startup. Pactó acuerdos con productoras independientes, se sentó a hablar con cadenas de series y dirigentes institucionales. Todo está por verse. Mientras tanto, diseñó una nueva interfaz, con un perfil más noticioso y aplicaciones que promueven la interacción entre usuarios, al estilo Facebook. Le sumó contenido en HD ("hoy la demanda pasa con conectar la notebook al LCD") y espera generar un sistema de crowdfunding para promover producciones independientes. También lanzó su sitio de streaming Musicuo (una especie de Spotify). Dice que, a esta altura, se siente capaz de prever qué va a necesitar el público en el futuro cercano. No piensa arancelar el servicio, asegura, ni vender el sitio: "Esto es un hobby que me explotó en las manos".
La parábola de Cuevana todavía está en un punto difuso entre la legitimidad de las mayorías y el contrabando en zona liberada. Si el destino maldito de la web nacional y popular se manifiesta en el juicio a Taringa!, Tomás podría estar a punto de consumar una suerte de crimen perfecto del desarrollo web. Muchos creen que el sitio tiene los días contados, pero él planifica una transformación que lo lleve a otro nivel. Y sueña con que, dentro de no demasiado tiempo, pueda extenderle al mundo una tarjeta personal que diga: "Tomás Escobar - CEO de Cuevana".

Rolling Stones


¿Qué ganan los dueños de Cuevana.tv?



Miércoles 23 de Noviembre de 2011 12:51 | La publicidad de sitios asociados sería la base del éxito comercial de la página que emite películas y series.


BUENOS AIRES.- El amplio y enorme catálogo, la calidad de la imagen, la agilidad de reproducción y la gratuidad hicieron de Cuevana.tv un fenómeno instantáneo. Pero, ¿qué ganan los desarrolladores del sitio?

No es, seguramente, por amor al arte que desde 2009 mantienen una estructura envidiable, siempre activa y actualizándose. La difusión fue de boca en boca, pero hoy es uno de los 20 sitios más vistos de la Argentina y Latinoamérica... eso tiene su precio.

No vende publicidad, y difícilmente podría hacerlo (¿qué anunciante quisiera su marca en un sitio ilegal?). La que aparece, llega por sitios asociados, como todo el contenido de Cuevana.tv, que no almacena un solo mega sino que guía al usuario a links y redes amigas.

En definitiva, sí es la publicidad la que genera los ingresos de dueños y empleados. Y es tan grande el tráfico de la página, que los centavos en dólares que entran por usuarios asociados, que hay quienes calculan en 800 dólares diarios la base de ganancias.

Otra fuente de ingresos sería la de las plataformas que usa Cuevana.tv para emitir sus películas, según consigna perfil.com.

Megaupload, por ejemplo, retribuye unos centavos que suman miles a los sitios que lo usan como soporte para sus películas, videos y series. (Especial)

La Gaceta

sábado, 12 de noviembre de 2011

Organizaciones R&D en Software: Aplicando a una empresa de software

CVs para la industria del software  

Tanto si eres un recién graduado o han trabajado profesionalmente durante algunos años, la creación de un gran curriculum vitae como un profesional de software implica algunas reglas básicas. Si su hoja de vida no tiene una lista de sus títulos, su promedio de calificaciones (para los nuevos graduados), su historial de empleo, y los lenguajes de programación que usted sabe, la ausencia implicará una razón negativa para la omisión. Un currículum asesino se centra en destacar los logros distintivos de la persona que busca empleo:
·       Roles de liderazgo. Incluya todos los el liderazgo gerencial, técnica o de organización que hemos tenido, incluyendo posiciones extracurriculares, tales como servir en un consejo de administración de una organización o la organización de una comunidad de deportes de la liga.
·      Profundos conocimientos de dominio técnico. Todo el mundo solicitando un puesto de software de programación de experiencias, pero algunas personas han tenido la oportunidad de ir muy profundo en ciertas áreas. Si usted ha tenido algunas experiencias así, asegúrese de que viene a través de su currículum. Usted no quiere que su experiencia y know-how para leer lo mismo que alguien que ha incursionado superficialmente en la misma zona. Por ejemplo, muchos programadores incluyen TCP / IP en su hoja de vida, pero aunque algunos lo han hecho socket programming, una pequeña minoría se han desarrollado su propia implementación del protocolo. Hay un mundo de diferencia.
·         Premios. Los premios son uno de los aspectos más atractivos de cualquier hoja de vida de desarrollo de software, ya que indican que una tercera organización lo ha seleccionado a usted de una comunidad más amplia para distinguirlo. Recuerde que los premios que distinguen incluso si no son premios académicos. Los nuevos graduados son, con toda razón, tan envuelto en las experiencias académicas y los indicadores que han dominado su vida durante casi dos décadas que a menudo se olvida mencionar (o no se dan cuenta de la importancia de) los premios que no son de carácter académico.  Muchos concursos de ciencias de computación y de matemáticas no forman parte del proceso académico, pero estos pueden ser buenos indicadores de sus potencialidades. Los premios por el servicio a la comunidad se puede distinguir como un jugador de equipo, y premios en la interpretación musical se puede hacer una impresión muy fuerte sobre su capacidad para usar los dos lados derecho e izquierdo de su cerebro y aplicar la disciplina. Todos los premios que le han concedido desde la edad de 15 años es probablemente valga la pena mencionar.
·         Innovación. Sobre todo son las patentes o artículos científicos que han escrito. Lista de todos y cada uno de ellos, con una completa bibliografía de estilo de citas.
·         Actividades profesionales. Los ejemplos pueden incluir miembros de la ACM o IEEE o la participación en clubes de ciencias de la computación.
·         Las actividades extracurriculares. Hacer un punto a la lista de los que demuestran el liderazgo, la creatividad o capacidad intelectual. Por ejemplo, si usted es un músico, un astro del fútbol, ​​o un polemista campeón, asegúrese de que es así casi imposible de leer tu currículum y te lo pierdas. He visto a decenas de miles de candidatos en el que los candidatos han trabajado duro para hacer que sus hojas de vida se destaquen usando un papel impresionante, fuentes con estilo y otras estrategias  de atractivo. Lo que usted necesita saber es que estas técnicas sólo funcionan en los gerentes de reclutamiento más inexpertos e ineptos. Nadie que haya tamizado a través de centenares de curriculums vitae se impresiona o se cautiva por ojos dulces. En muchos casos, tiene una mirada menos de un currículum profesional, incluso desesperado. Por el contrario, profundos logros técnicos, distinciones, premios, funciones de liderazgo, publicaciones, patentes y roles de discurso en público hacer una impresión positiva de forma masiva y desproporcionada sin duda.

·         Otro punto es importante: Usted puede haber oído que los currículos deben ser breves, de una o dos páginas. Francamente, eso es tonterías de la vieja escuela. En la primera página de su currículum deber haber un resumen, pero si usted ha estado en el negocio por cinco años o más, es perfectamente razonable para su curriculum vitae a ser más largo. Incluya un par de frases acerca de cada gran proyecto que ha trabajado, además de un listado de sus distinciones (premios, documentos, publicaciones, patentes, contratos) y un formulario de la lista actividades profesionales puntuales al margen de su trabajo diario (por ejemplo, trabajar con los organismos de normalización, en organizaciones internacionales, haber dado conferencias y hecho publicaciones)-y definitivamente necesitará "más de dos páginas”. Mantener los mensajes importantes a la primera página para que alguien que tamice a través de cientos de hojas de vida se tiene la idea básica de manera rápida y luego trate el resto del contenido, como apéndices de las personas si alguien quiere saber más. Recuerde que si se lee la primera página y no fue cautivado, nunca puede llegar a la página 2.

Tabla 2. Efectividad de los métodos de aplicación para un trabajo en la industria del software

Método
Descripción
Efectividad (el más alto el número, la descripción del método más eficaz)
1
Planificación de carreras 
Para recién graduados y de asignación escolar probablemente tendrá una oficina de empleo que ayuda a los estudiantes a conectarse con empleadores que están contratando.
9
2
 Amigos y contactos
Pedirle a la gente si conoce oportunidades de trabajo.

8
3
Agencias de empleo
Usar "head hunters" privados que las cobran una comisión sobre el salario de los profesionales que ponen. Están muy motivados para conseguir un trabajo.
5
4
Agencias de Gobierno
Uso de agencias del Gobierno de colocación de puestos de trabajo
4
5
Visitas a compañías
Hacer visitas en frío a las compañías a las que quieren aplicar.
3
6
Profesores
Los profesores a menudo tienen vínculos con la industria a través de proyectos conjuntos de investigación.
3
7
Llamadas en frío
Hacer llamadas compañías que quieren trabajar.
2
8
Búsquedas en Internet
La búsqueda y el uso de los sitios de trabajo como monster.com, careerbuilder.com, y
simplyhired.com.
2
9
Anuncios de trabajo en periódicos 
Busca trabajo en los diarios

2
10
Enviar currículum por correos
Enviar un CV y una carta de presentación para las empresas que quieren trabajar.
1


El valor (o no) de los grados académicos
Sus calificaciones, será importante para el aterrizaje en su primer empleo. Con el tiempo, tienen repercusiones cada vez más pequeños en las oportunidades de trabajo, pero si por casualidad han sido un estudiante de nota promedio 10, nunca está de más incluirlo en su currículum, incluso cuando hayan pasado varios años de su graduación. Sus calificaciones en la escuela representan la capacidad de absorber información, cumplir con las tareas asignadas a usted, de pensar por sí mismo, y ser responsable y completo.
Las notas guardan cierta correlación con la aptitud, porque la gente con mayor aptitud obtiene altas calificaciones con mayor facilidad, el material que ha aprendido le ayudará profesionalmente y la dedicación y ética de trabajo son muy transferible.
Independientemente de cómo las calificaciones reflejen su gran potencial de futuro con un posible empleador, la triste realidad es que, para la mayoría de los nuevos graduados, la nota promedio es el único atributo real distinción que tendrá antes de una entrevista.
Cuanto más tenga en su currículum que le distinga de la manada, menos importante la nota de carrera será. No todos los empleadores preguntar acerca de las notas antes del proceso de la entrevista, así que si sus calificaciones no están en el tercio superior de su clase, aún hay un montón de oportunidades.
Un último punto, especialmente para aquellos de nosotros que no fueron estudiantes + A: Las calificaciones son un indicador muy pobre de su éxito potencial y el futuro, ya que no miden lo duro que trabaja o su capacidad para trabajar en equipo, para liderar a otros, o para ser creativos e innovadores. La escuela es de ninguna de estas cosas.

Si revisa a los innovadores de software y grandes directores de nuestro tiempo, usted encontrará que la mayoría de estas personas no eran los mejores estudiantes, y algunos fueron especialmente malos estudiantes, incluso abandonaron. Bill Gates fue un desertor. El multimillonario  fundador  y CEO de Oracle, Larry Ellison dejó la Universidad de Illinois y luego otra vez dejó la Universidad de Chicago. El cofundador de Apple Steve Jobs fue un desertor del Reed College en Portland. Estas personas con impresionante éxito, ya que tenía la habilidad, la conducción y sentido de los negocios. Su falta de destreza académica fue casi con toda seguridad causada​por la distracción por sus intereses de negocios o una falta de madurez y se centran en esa etapa de sus vidas, no por su falta de capacidad.

Actividades extracurriculares
Los empresarios entienden que los mejores empleados son personas dinámicas, con amplios intereses. Las aficiones e intereses fuera del trabajo tienen un valor positivo grande, ya que prolongar su vida y habilidades de las siguientes maneras:
·         Estimulan otras partes del cerebro y le permitirá abordar los problemas desde diferentes y nuevas perspectivas
·         Le dan un equilibrio entre trabajo y vida que le permite relajarse, rejuvenecerse y energizarse
·         Proporcionar un nivel de distracción y liberación emocional e intelectual
·         Por lo general te hacen una persona más interesante

--------------
Making It Big in Software por Sam Lightstone, Prentice Hall, 2010. Capítulo 7.

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Best Hostgator Coupon Code